Angurria de Israel por el gas en subsuelo de Gaza: un conflicto geopolítico
La Autoridad Nacional Palestina ha dicho al mundo que es imperdonable la incapacidad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), ante la crisis entre Israel y Hamás.
Los palestinos, como toda la ONU, conocen desde hace mucho tiempo lo que en términos económicos significan los costos de la ocupación israelí para el pueblo palestino, porque entre ellos ya hace rato tienen a manos el estudio en el que se revela el potencial no aprovechado del petróleo y el gas natural en la zona de Israel-Gaza.
La ONU retiene en sus archivos burocráticos cómo geólogos y economistas de recursos naturales han confirmado que el Territorio Palestino Ocupado se encuentra sobre importantes reservas de petróleo y gas natural, en el Área C de la Cisjordania ocupada y la costa mediterránea frente a la Franja de Gaza.
Según la ONU y sus expertos, en conclusión, aportada y documentada por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), desde el 2019, la ocupación israelí sigue impidiendo que los palestinos desarrollen sus campos energéticos para explotarlos y beneficiarse de ellos. Como tal, al pueblo palestino se le han negado los beneficios de utilizar este recurso natural para financiar el desarrollo socioeconómico y satisfacer sus necesidades de energía.
Las pérdidas acumuladas se estiman en miles de millones de dólares. Cuanto más tiempo Israel impida a los palestinos explotar sus propias reservas de petróleo y gas natural, mayores serán los costos de oportunidad y mayores serán los costos totales de la ocupación soportados por los palestinos, según los expertos de la ONU. En conclusión, Israel impide a los palestinos explotar sus recursos gasísticos, sin el debido respeto al derecho internacional.
La ONU sabe también que son críticos los nuevos hallazgos de petróleo y gas natural en el Mediterráneo oriental que Israel ha comenzado a explotar para su propio beneficio, mientras que estos recursos pueden considerarse recursos compartidos, por lo que el petróleo y el gas natural existen en fondos comunes. El uso y los beneficios de estos recursos deben regirse por las mismas reglas y normas que se aplican a otros recursos comunes.
Israel luce agresivo en su engreimiento inexplicable ante el mundo cuando afirma su interés en hacer desaparecer el grupo humano palestino que habita en la Franja de Gaza. El mundo ya sabe todo esto y, además, está en capacidad de entender que la aparente actitud inocua de Egipto, para el caso de la energía, gas y petróleo, lo convierte en un aliado interesado de Israel, ahora amparándose en una incapacidad hipócrita para hacer llegar mayor cantidad de ayuda humanitaria y corredores de protección para Gaza.
Ya sabemos que la Franja de Gaza es un territorio palestino ubicado entre Israel, Egipto y el mar Mediterráneo. Eso lo dice la Internet a la que todos tienen acceso.