Aspectos Claves!: El fin de la Guerra

Aquiles Olivo Morel
Al concluir la II Guerra Mundial EE.UU y Europa afrontaron los compromisos del mundo que surgía a su alrededor de manera conjunta, realizando un conjunto de esfuerzos y sacrificios en los cuales ambas partes dejaban de lado intereses, muchas veces ancestrales propios de las ataduras de esas civilizaciones antiguas. En aquel momento las devastaciones alcanzaron a todos por el igual: La reconstrucción se estructuró considerando y dando participación a los criterios colectivos.
Fue ahí en ese momento de la historia donde fue preciso redimensionar el alcance de las instituciones, ahora con una visión globalista. En el tema militar acordaron protegerse a unos niveles insospechados. La Organización del Atlántico Norte (OTAN) fue el resultado de ese momento estelar. Dio a los países la seguridad de contar con un armazón militar capaz de responder a los conflictos donde esos intereses comunes entraran en peligro.
En el tiempo subsiguiente este espacio de intereses fue arbitrado sin contratiempo y los años por venir y sus conflictos encontraron salida conjunta y armoniosa en este bloque de países. El mundo occidental fue capaz de afrontar todas las tentativas de la denominada “Guerra fría” entre aquellos dos colosos que se disputaban la hegemonía a nivel global: Por un lado, la URSS y por el otro, los EE.UU en representación de los países vencedores en el recién concluido conflicto bélico.
Aquella confianza emanada de la convicción de defensa colectiva cimentó también el comercio; las relaciones entre los países: A través de la cooperación económica; el desarrollo energético y la forma en que debían alcanzar los nuevos acuerdos políticos basado en el reconocimiento de excelentes relaciones diplomáticas, a los que no escapaban, las ambiciones de las naciones europeas en la expansión del comercio.
A lo largo de todos estos años muchos teóricos de la ciencia política e historiadores veían el mundo en una especie de momento único al que categorizaron con el “Fin de la Historia” y que todas las expresiones de conflictos se enmarcaran en luchas entre civilizaciones. En fin, no se trataba de confrontaciones ideológicas orientadas a borrar la cultura prevaleciente entre todos estos países.
Al momento de estallar la guerra entre Rusia y Ucrania la intención de los países se enrumba en la construcción de nuevos bloques comerciales; las negociaciones veían los mercados y su potencial; pretendían en los 5 continentes dibujar nuevos mapas de comercios, amparados en las similitudes culturales; hasta entonces, la idea de comercializar se reducía a las zonas de influencias de los países; sin embargo, fue a través del libre comercio y la globalización donde de repente las ambiciones expansivas empezaron a ignorar los viejos acuerdos con los cuales se alcanzaron los 70 años de paz duradera de los tiempos modernos.
Si los EE.UU. se sienta a la mesa a buscar una salida al margen de Europa al conflicto entre Rusia y Ucrania podría poner en juego aquella carpeta de confianza construida con el sacrificio colectivo de los países occidentales en los días difíciles de la II Guerra Mundial; quienes emergieron con mayor prerrogativa para expandirte en todos los ordenes de la vida civilizada como cabeza de todos los acuerdos fueron los EE.UU.
La visita de la comisión en Arabia Saudita encabezada por el secretario de Estado Marco Rubio, el vicepresidente y demás dejando fuera a todos países de Europa envía una mala señal a los negociadores imperiales. Tanto, China como Rusia cuentan con una contra parte mucho mas experimentada: Asisten con una delegación de especialistas con pleno dominio de los temas geoestratégicos, con los cuales pudieran salir airoso frente a, quienes debilitados y sin plena conciencia del impacto y el riesgo de acordar temas fuera de los consensos, pudieran estropear a la postre los intereses de la UE.
El gobierno del presidente Donald Trump mucho antes de asumir consideró esa guerra como “Estúpida”, que en “Una semana” negociaría su fin. Al parecer subyacen otros intereses entre sus aliados los europeos; en los próximos días estos temas serán vistos o emergerán como nuevos obstáculos; ya se conoce a cabalidad de que la intención de EE.UU no tiene cortapisas desean acabar con este conflicto, el cual significo una carga económica considerable para sus finanzas. ¿Cuán cerca está el final, definitivo de esta Guerra? ¿Podrían las relaciones de EE.UU y la UE trillar nuevos caminos? Constituyen las cuestiones claves de estas negociaciones.