Opinión

Barack Obama: «No abucheen, voten»

Por: Rafael A. Escotto

«Tengo la esperanza de que a pesar de todo el ruido, todas las mentiras, vamos a recordar quiénes somos, quiénes estamos llamados a ser. De esta oscuridad política veo un gran despertar. Si votan, las cosas mejorarán, será un comienzo».

Barack Obama

En un apasionante discurso en la Convención Nacional del Partido Demócrata a la nominación presidencial, el expresidente de Estados Unidos Barack Obama hizo un llamamiento a la militancia del partido y al país en general que «no abucheen, voten».

A esta consigna se unieron miles de voces enardecidas de delegados y de personas amigas del partido en el poder que asistieron a la que fue una de las convenciones nacionales más concurridas y vibrantes en la historia del Partido Demócrata de los Estados Unidos.

Cabe recordar que la esposa y ex primera dama durante la administración del 44º presidente de los Estados Unidos, Michelle Obama, en uno de los momentos cruciales en el que echar el voto podría hacer la diferencia entre no votar y abuchear, dijo: «Votar es la única manera de asegurar que sus preocupaciones importan. Punto».

Quienes en los Estados Unidos tenemos el derecho y el poder de votar y, sobre todo, hacerlo por una mujer con el talento y la fuerza moral de Kamala Harris, debemos aprovechar esta facultad excepcional que pusieron en nuestras manos los forjadores de la Constitución, toda vez a que votar es una misión esencial porque anima a la democracia de un país a funcionar de manera justa e igualitaria.

El objetivo de una democracia, como la estadounidense, es asegurar que todos tengamos la oportunidad de elegir un candidato o candidata y votar por políticas que representen y beneficien a nuestras comunidades.

El pueblo norteamericano espera ansioso el día de las votaciones para decir, como expresara en una ocasión el escritor y actor estadounidense Stephen Colbert: «No puedo esperar a mañana cuando pueda ejercer mi deber patriótico como americano».

Nos preguntamos: ¿cuál sería esta vez la consecuencia de quedarnos en casa y no ir a votar?

El expresidente Obama nos advirtió en una oportunidad que las consecuencias de que alguien no se presente y haga todo lo posible para que sus amigos, vecinos, familia se presenten, las consecuencias de que se quede en casa serían profundamente peligrosas para este país, para nuestra democracia.

Los Estados Unidos se encontrarán en las elecciones pautadas para celebrarse en noviembre de 2024 con una encrucijada peligrosa para la democracia y el respeto a los símbolos. Tendrán dos opciones: o escoger el camino cuyas sendas son torcidas, y se extravían en sus senderos, como dijo el rey Salomón en Proverbios, o continuar por el camino bueno, que representa Kamala Harris, el que conduce al «buen camino» que refleja la dirección hacia una vida recta y bendecida, vinculado con la noción de sabiduría.

No debemos permitir que Estados Unidos regrese a la fábula política, al cuento de que las inmigraciones son culpables de los contrasentidos sociales y económicos que vive hoy la nación norteamericana.

El padre de la patria, general y comandante estadounidense, jefe de los ejércitos coloniales en la Revolución americana (1775-1783) y posteriormente primer presidente de los Estados Unidos (1789-1797) George Washington, enfatizó una vez, que «América está abierta para recibir no solo al extranjero opulento y respetable sino también a los oprimidos y perseguidos de todas las naciones y religiones».

Hay un candidato en estas elecciones presidenciales donde se elegirá el próximo comandante en jefe de Estados Unidos que insiste en contradecir lo que advirtió George Washington en cuanto a las inmigraciones y lo hace en un intento de dividir la familia estadounidense para tratar de pescar en río revuelto.

Kamala Harris, la candidata de las nuevas oportunidades, tiene el mismo pensamiento que nos legó Washington en el párrafo anterior. Ella, Kamala, quien es hija de inmigrantes, ha hecho suya una frase que dice: «Ser inmigrante implica enfrentar desafíos, pero también nos brinda la oportunidad de crecer y superarnos».

Esta frase simboliza una historia singular, llena de esperanzas, sueños y sacrificios. Nos recuerda la importancia de la empatía y la solidaridad hacia aquellos que buscan un nuevo comienzo en un lugar desconocido.

Recordemos que los profetas Amós y Miqueas fueron claros, como Kamala, en su clamor por una justicia social y la compasión. Para ellos, caminar rectamente significaba cumplir con las exigencias de la justicia social, una justicia que trasciende los sacrificios enfocándose en la rectitud del corazón y en las relaciones humanas.

La política para el candidato opositor por el Partido Republicano se sintetiza en una frase del escritor español nacido en Lima, Perú: «La política es el arte de obtener el dinero de los ricos y el voto de los pobres con el pretexto de proteger a los unos de los otros».

Mientras el candidato opositor hace su campaña desde la frontera mexicana-estadounidense a manera de significar que está contra los inmigrantes, Kamala Harris recoge una frase de la abogada y activista estadounidense Michelle Obama respecto a las inmigraciones: «Nada los va a parar en la búsqueda de sus sueños. Se merecen todos y cada uno de sus éxitos».

Cuando vayamos a votar en noviembre pensemos en esta otra frase del escritor, educador y líder de los derechos civiles estadounidense Booker T. Washington: «Los hombres pueden hacer leyes para poner trabas y obstaculizar la votación, pero no pueden impedir o retardar el crecimiento y la maduración de nuestra conciencia».

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