En medio de las peculariadades, sorpresas y eventualidades de la justicia dominicana, dos figuras, Frederick Marzouka, alias «Maozurca,» y Alejandro Castillo Paniagua, conocido como «Quirinito,» han jugado con las autoridades locales y la opinión pública. Se han escapado sin «ton ni son» de la justicia y no se sabe nada ellos. Marzouka, acusado de estafar al Estado y a los apostadores, escapó de la cárcel hace 27 años, mientras que Quirinito, declarado muerto en 2017, se convirtió en el centro de una impactante trama judicial, digna de la industria del cine.
Marzouka, de origen haitiano y con conexiones gubernamentales, lideró una red de fraude que afectó sorteos millonarios en 1997. Su fuga, orquestada con la ayuda policial, permanece sin esclarecer hasta hoy, generando versiones sobre su paradero y la posible complicidad de actores locales.
Por otro lado, Quirinito, condenado inicialmente a 30 años por un homicidio en 2008, sorprendió al sistema judicial al ser declarado muerto por cáncer en 2017. Sin embargo, las autoridades desmintieron su fallecimiento tras una exhaustiva investigación. Su historia tomó giros inesperados, con una segunda identidad y un presunto suicidio en 2018.
Años después, la sociedad dominicana muestra estos dos ejemplos que dejan en evidencia las debilidades del sistema.
