Cómo la OMS cedió ante China y sacrificó las posibilidades de conocer el origen del COVID-19

Las palabras de Ryan acompañaron en su momento la llegada de un equipo de la OMS Beijing para investigar el brote e investigar su transmisión de animales a humanos. Había entonces sólo tres muertes fuera de China (hoy ya son 1,2 millones) y se creía que encontrar el origen animal era la clave para saber cómo frenar el brote del nuevo coronavirus y tratar la COVID-19, la enfermedad que provoca.
Pero a los miembros del equipo especial de la OMS nunca se les permitió hacer su trabajo y la misma organización negoció con con el régimen chino los limitados alcances de la misión, según una investigación publicada este lunes por el New York Times y firmada por los periodistas Selam Gebrekidan, Matt Apuzzo, Amy Qin y Javier C. Hernández.
De hecho los expertos no estaban habilitados a cuestionar la respuesta temprana de China al virus ni visitar el mercado de animales exóticos de Wuhan donde se cree que surgió la pandemia.