Como si conociera la crisis de apagones en la nación dominicana, el Papa Francisco en Roma critica la crisis del sector eléctrico.

Santo Domingo, RD.- En medio de una de las mayores crisis del sector de la energia eléctrica en la República Dominicana, el Papa Francisco, en Roma, apeló a que sean solucionados los problemas energéticos en Africa y America Latina, e insistió en el papel de la electricidad como infraestructura esencial para el desarrollo de los pueblos.
Refiriéndose a los paises de América Latina, región en la cual se ubica la nación dominicana, el santo padre expresó que ¨… hoy en día, en algunos pueblos de África y Asia, incluso en América Latina, se pueden ver grupos de jóvenes estudiando por las noches bajo las pocas farolas, porque no tienen electricidad en casa¨, ajeno tal vez Francisco al drama de los retornados y odiosos apagones en este pais caribeño.
El Santo Padre recibió en audiencia a los directivos y empleados de la empresa Terna en la Sala Clementina del Vaticano y espera que la energía sea «limpia» no sólo de fuentes fósiles sino, sobre todo, de injusticias, guerras y desigualdades. El llamamiento para los fallecidos en el trabajo en las infraestructuras energéticas: «No los olvidemos y asegurémonos de que no haya más».
“Se comprometen por un futuro impulsado por energías limpias” y “de hecho hay mucha energía sucia en el planeta”, debido a “demasiadas fuentes fósiles y no renovables; pero también manchados por la injusticia, por las guerras», «sucios por relaciones laborales injustas, por concentraciones de enormes beneficios en unas pocas manos, por ritmos de trabajo insostenibles que contaminan las relaciones corporativas y las almas de las personas». Lo dijo el Papa Francisco esta mañana, 31 de agosto, en audiencia en la Sala Clementina del Palacio Apostólico. «La buena energía no es sólo una cuestión tecnológica», añadió, «y la producción y el consumo deben ser cada vez más justos e inclusivos».
Nunca más caídos en el trabajo
“Son operadores del bien común, del bien de todos y cada uno”, continuó Francisco, refiriéndose al papel de la empresa como gestora de la red eléctrica, subrayando que “cuando encendemos la luz en casa, no pienso que ese gesto funciona gracias al trabajo de muchas personas, a su inteligencia y competencia, y también a sus sacrificios». Inmediatamente después, un llamamiento sincero: «¡No nos olvidemos de los muertos en el trabajo en las infraestructuras energéticas y asegurémonos de que no haya más!».
Un desafío lleno de responsabilidad
El Pontífice destacó que la inclusión energética representa hoy «un desafío multidimensional», ya que «no se puede ser ciudadano soberano si se sigue siendo sujeto energético». De ahí la invitación a apoyar y fomentar «la expansión de las comunidades energéticas, esas nuevas expresiones de ciudadanía integral y de democracia que, con dificultad, también se están desarrollando en Italia».
“Operan en un sector decisivo para la calidad de vida y para la supervivencia en el planeta, por lo que tienen una gran responsabilidad. Escuchar e intentar responder preguntas es siempre un acto de responsabilidad, incluso cuando todavía no hay respuestas concretas que dar. Y, en los casos que parecen insolubles, debemos aprender el arte de gestionar los conflictos (…) para no dejar que degeneren y exploten; sabiendo que, especialmente en su sector, la solución no está en la prevalencia de un partido sobre otro, sino en la innovación tecnológica y la creatividad. Y me gustaría subrayar que, en la creatividad, para resolver conflictos, hay diálogo: es muy importante el diálogo, poder dialogar”.