Conflictos por los liderazgos

Por Luis Céspedes Peña
Hoy entran al escenario Luis Abinader, Anyolino Germosén, Vladimir Putin, Francisco Álvarez (Juan Bo), Gabriel Toribio, Alejandro Morales (Alex), y otros dirigentes políticos.
Del grupo, cinco son tamborileños. Comenzamos por el Presidente Luis Abinader, hijo del ex senador de esa población, José Rafael Abinader, ya fallecido.
El jefe de Estado declaró que está consultando a expertos para que le digan si debe o no buscar la reelección presidencial.
Como quien escribe es inexperto, le recomendamos no aspirar a la continuidad en el poder, excepto que su deseo sea el de salir del escenario de las figuras presidenciales, de manera constitucional, después de concluido el período 2024, si pierde, y el 2028, si gana.
Como la Constitución de la República dice que el Presidente tiene derecho a aspirar cuatro años más y nunca jamás, la abstención es la mejor opción, porque le permitiría retornar como nuevo.
Si desea seguir en política, siguiendo los pasos de su padre, entonces debe abandonar el proyecto reeleccionista. El propio Abinader declaró que no le gusta esa forma constitucional. ¡Ni al inexperto que escribe!
La mejor opción para un Presidente, es el concepto de la Constitución del 2010, promocionada y aprobada por el entonces jefe de Estado, Leonel Fernández, que consistía en cuatro años en el poder y luego un intervalo: “No repostulación!
Aunque la Constitución dice dos períodos consecutivos y nunca jamás, se puede interpretar la idea del legislador, que arrastra la aspiración presidencial, que si perdió se le suma. Un Presidente, como Abinader, con menos de 60 años, no debe arriesgarse a salir del escenario político por una derrota o por el triunfo.
El Presidente sabe que los números reales no le dan para ganarle a una oposición, que participará unida en las elecciones del 2024. Y no debe olvidar que su Partido Revolucionario Moderno (PRM) está en el poder, porque el fortificado Partido de la Liberación Dominicana (PLD), se dividió con la salida de su presidente, Leonel Fernández, que estamos seguros ahora se lamenta, porque hoy no solamente fuese el candidato presidencial peledeísta, sino el seguro Presidente del 2024.
En conclusión, en el caso del Presidente Abinader, que tiene dinero suficiente para gastar y vivir una vida de lujo, debe descansar para dentro de cuatro años ser candidato a la misma posición. Y continuar el tiempo que el Todopoderoso le dé para incidir en la política por otras dos décadas.
La posición política del Presidente Abinader gana como quiera. Si aspira a la reelección, porque al término de su gestión, si gana o pierde no podrá volver a ese escenario, a pesar de su juventud y su espíritu de trabajo.
El Presidente sabe que debe trabajar para formar una estructura política para el futuro, porque dirige un gobierno de multimillonarios que carecen de liderazgos políticos, incluyendo a Santiago, su provincia paterna, donde a pesar de las grandes inversiones que realiza su gobierno en importantísimas obras, como el monorriel y el teleférico, si las elecciones fuesen mañana, perdería.
También tenemos el gran conflicto político de Tamboril. En ese Municipio hay una crisis en el oficialismo que le está entregando en una bandeja el poder al opositor Partido de la Liberación Dominicana (PLD), que tiene como precandidato a la Alcaldía al joven Gabriel Toribio.
Con la salida de Anyolino Germosén, un político visionario, secretario general del naciente Partido Justicia Social, pero que antes era miembro del Comité Central del PLD y actual alcalde, surgió una crisis en el Partido Revolucionario Moderno (PRM).
Juan Bo, a quien Germosén derrotó en tres ocasiones, con pocas diferencias votos en cada escenario, dice que será candidato a la Alcaldía por el PRM. Pero no se descarta que si el PRM no lo postula, éste sea candidato de una de las organizaciones políticas de la oposición.
El ex alcalde es el líder del PRM en Tamboril, pero el Presidente Abinader le ofreció a Anyolino las candidaturas a la Alcaldía y la diputación. Éste llevaría a uno de sus seguidores, conocido como Oché, para la Alcaldía. Germosén iría a una candidatura a diputado. ¡Con todas las posibilidades de ganar!, porque los tamborileños quieren el retorno de su diputado, que desde la llamada Era de Trujillo, siguiendo por la de Joaquín Balaguer y terminando con el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), el Municipio tuvo ese legislador.
Cuando Trujillo, el diputado fue Alberto Valentín, por varios períodos. Era el abuelo del ex senador Julio César Valentín.
Hay muchos seguidores de Anyolino que sostienen la idea de que si Juan Bo es candidato a la Alcaldía, el primero cambie su candidatura de diputado por la municipal, pero eso sería un suicidio político para el alcalde.
Lo que le conviene a Anyolino, que ya le hizo el trabajo político al Presidente Abinader, conquistándole más de una docena de alcaldes y encargados de Distritos Municipales, como regidores, sacados del PLD, es disminuir la presión para la Alcaldía, pero fortaleciendo sus relaciones con la sociedad.
Aunque salió del PLD, hay muchos que votan por él para diputado, no por la presidencial, la senadoría ni la Alcaldía.
Durante muchos años, los tamborileños votaron por figuras políticas residentes en la ciudad de Santiago, que por la división de las tres Circunscripciones Electorales, les corresponde áreas de Tamboril, como son las 01 y la 03.
Es casi seguro que el Presidente Abinader va a arriesgar el futuro político del PRM de Tamboril, para complacer a Anyolino, además de que Juan Bo es una de las figuras claves del ex Presidente Hipólito Mejía, y de su hija Carolina.
El que representa los intereses del Presidente en Tamboril, en lo que respecta al PRM, es Alejandro Morales, conocido como Alex, el cual también está llevando a cabo una gran campaña por la candidatura a la Alcaldía, aunque se pone en duda que el jefe de Estado varíe su postura en contra del grupo de Anyolino.
En los momentos en que el PRM presentó otras crisis en Tamboril, Morales se enfrentó a los opositores de Abinader. Los que seguimos las actuaciones del Presidente, sabemos que éste “juega a las escondidas y pone a reír a los que patalean”.
Con respecto a Putin, el Presidente de Rusia, mantenemos la postura de que es el gran perdedor de la guerra con Ucrania, una nación con algo más de 40 millones de habitantes, contra el poder de Rusia, con más de 140 millones de personas, una de las tres grandes potencias y un grupo de naciones aliadas.
Aún así, Rusia, país invasor, no puede derrotar a Ucrania. La acción militar que Putin planificó para derrotar a ese país en tres días, lleva más de ocho meses perdiendo el invasor a millares de soldados, dinero y armamentos, mucho más que los ucranianos.
Vladimir Putin, que era muy popular antes de la guerra, ahora tiene unas Fuerzas Armadas que no le están respondiendo al 100 por ciento a sus planes. E, incluso, el Presidente ruso debe cuidarse de cualquier atentado. Y, por suerte para Putin, el que está en la Presidencia de Estados Unidos es Joe Biden y no Donald Trump.
Este ex Presidente norteamericano tuvo la valentía de mandar a matar, en su propio territorio, a uno de los generales más estratégicos en el manejo de misiles de Irán, Qasem Soleimani, porque éste se puso a amenazar con destruir cuatro Embajadas de Estados Unidos.