Opinión

Constitución Dominicana planteada por Dios hijo

Por Hilario Ramirez

Semiología social en conflagración con la acción lingüística en la Biblia.

Entre talentos de sabiduría y natural dignidad reactiva hacia la defensa contra toda especie de hostilidad.

La parábola de los talentos, encontrada en Mateo 25:14-30, es una historia sobre un hombre que confía sus bienes a sus siervos antes de emprender un viaje.

A cada siervo le da una cantidad diferente de talentos (una antigua forma de moneda) según su capacidad.

La parábola enseña sobre la responsabilidad de usar los dones y recursos que se nos han dado para hacer el bien y hacer crecer el reino de Dios.

El artículo 38 de la Constitución Dominicana establece que la dignidad humana es sagrada, innata e inviolable, y que el respeto y protección de la misma son responsabilidad esencial de los poderes públicos.

Este artículo, ubicado en el Título II, Capítulo I, Sección I, resalta la importancia de la dignidad humana como base del orden político y la paz social.

Cada individuo en sus géneros opuesto, han de construir la férrea pasión cognitiva en edificar sabiduría y entereza para hacer valer su disentir ante normalizadas prácticas sociales indecorosa y manipuladores a modificar la voluntad del sacrificio.

Ellos interfieren toda pulcritud a transferida en especie de burrundanga, teledirigir el pensamiento de una presa, drogado a obedecer voluntario en regalar sus sacrificios.

Eres importante para los demás en una tertulia, siempre que haya condicionantes en dejarte morder en los bolsillos.

Es muy frecuente ver sobre la conducta humana a personas padecer de carencias cerebral en neuronas, situación que utiliza para arremeter en contra de cualquier otra, con características de progresista.

La ineptitud y falto de espíritu en el accionar, deja en anarquía un cerebro con sentimientos de derroteros.

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