Opinión

Cuando dos perros pelean por un hueso, un tercero se lo come

Dr. Frank Espino

“La Libertad está en ser dueños de la propia vida” Platón.

El nombre de este artículo es una expresión que conocemos desde hace mucho tiempo. Sin embargo, en la vida práctica no lo había contemplado. Hace unos días mientras me desplazaba en mi vehículo cerca de mi hogar, vi la escena que describo, donde dos perros que llamamos “viralatas” estaban gruñendo y sacándose los dientes por un hueso, mientras se enfrentaban, otro entró al escenario, acercándose por detrás y sin “ton ni son” se fugó con el hueso que era el motivo de la pelea.

En la vida vemos con frecuencia, este tipo de escena entre los humanos. Quizás el “hueso” es el símbolo, pero cuando lo extrapolamos nos damos cuenta, que hasta en las mejores familias ocurre esto, donde un familiar demanda o quiere desplazar a otro familiar, y el gran beneficio lo recibe a la larga el abogado que toma el caso.

En los trabajos comunes en cualquier empresa, puede darse el caso que alguien podría estar deseando el ascenso del otro. Sin embargo, es muy posible, que otro; que el jefe disponga, puede sustituir a los dos.

Nosotros hemos visto por experiencia, lo que ha sucedido con todos los partidos políticos en nuestro país. Donde quienes dirigen si se hacen dueño o pretenden hacerse dueño, al final de la pelea, los bandos, que crean la división, alimentan las ansias de poder de los contrarios.

En este ejemplo, se cumple perfectamente el título de este artículo. Por eso entiendo que cuando se va a realizar un deseo de querer “tumbar” a un líder para que otro que se cree con fuerza para hacerlo, debe reconocer mientras la lucha se esta se efectuando, si esta sirviendo de alimento para que los adversarios se queden con el pastel, que sería lo mismo decir que mientras dos perros se pelean por un hueso, un tercero se lo come.

El autor es médico, escritor y profesor universitario.

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