¿Déjà vu? Vetos, detenciones, ataques y amenazas regresan a la campaña electoral en Venezuela

CARACAS (AP) — ¿Un déjà vu? Eso parece. Complots de asesinato, órdenes de detención contra periodistas y defensores de los derechos humanos, ataques a adversarios — desde menosprecios hasta judiciales — y otras acciones gubernamentales han marcado el inicio de 2024 para el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y sus aliados. Añádase la condena internacional y las sanciones económicas, y la realidad de un año con elecciones presidenciales se vuelve evidente.
Y, una vez más, la pregunta es: ¿Cómo de democráticos serán los comicios?
A los venezolanos se les prometió que habrá elecciones presidenciales en la segunda mitad de 2024, luego de que Maduro y una facción de la oposición respaldada por el gobierno de Estados Unidos alcanzaran un acuerdo en octubre. Además, pactaron reconocer y respetar el derecho de los partidos a elegir libremente a su candidato, tomar medidas que revirtieran la decisión de Caracas que impedían a políticos presentarse a cargos públicos, e invitar a observadores electorales internacionales.
En los últimos tres meses, el gobierno ha mostrado su disposición a poner a prueba los límites del acuerdo, desacreditando las primarias presidenciales de la oposición, arrestando a numerosos adversarios reales o presuntos y caracterizando repetidamente a los miembros de la oposición como delincuentes que incitan al odio.
Pero la prueba de fuego se produjo el viernes, cuando el Tribunal Supremo venezolano — alineado con el gobierno de Maduro — bloqueó la candidatura presidencial de María Corina Machado al ratificar una decisión administrativa que le prohíbe optar a un cargo público durante 15 años.
“Hasta el momento no creo que tengamos evidencia de que Maduro planee permitir una elección competitiva”, dijo Geoff Ramsey, analista sobre Venezuela en el centro de estudios Atlantic Council. “Lo que estamos viendo es que el gobierno está dejando claro que no tiene previsto marcharse en el corto plazo”.
El veto no ha acallado a Machado. La exlegisladora dijo el lunes a sus partidarios y a reporteros que Venezuela tendrá elecciones presidenciales en 2024 en las que “voy a derrotar a Nicolás Maduro”. La fecha de los comicios no se ha fijado aún.
Pero Jorge Rodríguez, jefe negociador de Maduro y líder de la Asamblea Nacional, rechazó el desafío de inmediato.
“Cómo va a decir un ser humano que es uno más entre los 30 millones de venezolanos (… ) que ‘sin mí no habrá elecciones’”, afirmó Rodríguez. “Eso es cosa juzgada”.
Así es como zanjó también el gobierno disputas similares en vísperas de las últimas presidenciales, que resultaron en la reelección de Maduro.
En aquel momento, Maduro y la oposición habían acordado trabajar en las condiciones electorales. Pero las conversaciones terminaron en febrero de 2018 luego de que el ejecutivo no se mostró dispuesto a comprometerse con unos comicios libres y justos, y sus rivales se negaron a reconocer al congreso paralelo ideado por el partido gobernante tras perder la mayoría en la Asamblea Nacional en las elecciones de 2015.