Desactivar el start/stop: cuándo y por qué es mejor llevarlo desconectado

De la misma forma que el ABS o el ESP, el sistema Start/Stop se ha convertido en un elemento habitual de los coches modernos y ha evolucionado tanto que hemos aprendido a vivir con su funcionamiento, acostumbrándonos a que el motor del coche se pare cada vez que llegamos a un semáforo, un paso de cebra o un atasco.
Después de tantos años en el mercado y de que lo hayan adoptado casi todos los coches, es normal. Pero hay gente que todavía se muestra contraria al Start/Stop y no son pocos los conductores que han adoptado la rutina de apagar el sistema cada vez que se suben al coche. La cuestión es cuándo conviene activarlo o desactivarlo.
Puede desactivarse con un botón
Aunque parece un invento relativamente moderno, el sistema Start/Stop de los coches viene de lejos. En los años 70 y 80 ya hubo fabricantes que experimentaron con esta tecnología que permite apagar el motor de forma automática cuando el coche se para y lo arranca también automáticamente cuando se retoma la marcha.
Es sencillo. Reducir el consumo de combustible siempre ha sido uno de los objetivos principales de cualquier fabricante y en esa época los ingenieros se dieron cuenta de que, cada día, muchos coches pasaban bastante tiempo parados y con el motor encendido, ya fuese en semáforos o en las retenciones que se producen en un atasco.
La solución era muy fácil: apagar el motor en esos momentos. El problema, al menos en ese momento, es que los motores de arranque tenían una vida útil limitada, por lo que el reto pasaba por diseñar la tecnología necesaria para que el coche garantizase más ciclos de arranque de forma fiable.