Por Hilario Ramirez
Significa que el presidente de los Estados Unidos fue enviado por Dios para velar y fiscalizar la calidad de los productos destinados a la ingesta humana con propósitos alimentaria y medicinal.
A medida que corren los días de instalado el gobierno Trump, surgen circunstancias noticiosas conteste a la advertencia inicial del elegido mandatario tan pronto fue electo.
«perseguirá a todas las industrias que fabrican aditivos en los principales productos de la dieta y a través de la cual contribuyen a la formación de cáncer».
En una visión Bíblica, hoy puede ser relacionado ese interés del mandatario recién juramentado, con un signo divino que intenta anunciar grandes cambios en la humanidad dependiente de la voluntad política Norteamericana.
La humanidad está siendo atacada de manera permanente con incremento de aparición de cáncer, paralelo a implosiones de familias disfuncional: mezcla de aspectos culturales importados con la tendencia a la pobre inteligencia emocional para consolidar un criterio de vida inquebrantable.
El cual lo han regalado a la guerra mediática del consumismo mediante el cual recurren a dejarse convencer en comprar productos que envenenan el sistema cardiovascular como también el sistema molecular situado en las hormonas.
Cuando pequeñas anomalías distorsionan un proceso biológico, grandes trastornos aparecen por una de las compuertas en los órganos vitales del cuerpo.
El cuerpo humano se maneja parecido a una empresa, dirigido por un cuadro de información controlada para mantener armonía en tiempo real dentro del circuito inter orgánico.
Ese proceso informativo se da en el campo molecular y ante cualquier alerta de visitas extrañas, el cuerpo dará señales irregulares en uno que otros órganos.
En tanto que, donde aparece la alerta patológica es posible que no sea el punto específico donde radica la raíz del problema.
Porque así se comporta el sistema neurológico de nuestro cuerpo, similar a una caja electrónica conducida su electricidad bajo vigilancia de transistores y resistencia.
El análisis anterior intenta explicar que la aparición del cáncer en humanos, cuenta con altas probabilidades de que la imprudencia en el estilo de vida pudo ser la verdadera causa.
Partiendo del aspecto demostrado sobre productos alimenticios cargados de conservantes o aditivos sumados a edulcorantes, son un paquete de explosivos que de forma silente contaminan la sangre y sus células.
Lamentablemente estas informaciones son muy conocidas por la sociedad de la medicina; pero siendo realista, hay que entender que aunque los médicos son humanos, ellos utilizan su profesión como un mercado negro, casi distantes de lo que llaman conciencia humanista o cristiana.
Todo ese amplio análisis es provocado por un presidente que a pesar de las constantes controversias políticas, puede ser visto como un mensajero divino para defender a millones de personas en varias naciones donde el crimen organizado dentro de los fabricantes de alimentos con aditivos, están matando ambos sexo hombres y mayormente a mujeres: con cáncer de próstata, cólon, de mamas y uterino.
Frente a estas preocupaciones de las autoridades en Estados Unidos respecto a químicos en alimentos, medicamentos y cosméticos, la FDA prohibe uso del colorante 3, mientras que para los salones de belleza el ingrediente sintético Fornaldehido, todavía está siendo discutido.
