El océano como motor del desarrollo sostenible en América Latina y el Caribe: La CEPAL destaca su rol estratégico

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) ha lanzado su segunda publicación sobre el panorama regional del océano, los mares y los recursos marinos, destacando el rol crucial que juegan estos elementos en el desarrollo económico, social y ambiental de la región.
A tan solo cinco años del plazo para cumplir con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, la publicación se presenta como una contribución clave a la próxima Conferencia de las Naciones Unidas de 2025, cuyo objetivo es apoyar la implementación del Objetivo de Desarrollo Sostenible 14: «Conservar y utilizar sosteniblemente los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible».
El informe detalla los avances y desafíos más relevantes, subrayando la importancia de generar una economía oceánica sostenible, resiliente e inclusiva, esencial para el futuro de la región. En este sentido, la CEPAL propone orientaciones transversales que abarcan varios sectores clave, como el turismo y la pesca, fundamentales para la vida y la economía en muchos países latinoamericanos y caribeños.
Uno de los aspectos más destacados del informe es el análisis del estado de los ecosistemas marinos, cuyo bienestar es esencial para mantener la sostenibilidad del comercio de bienes y servicios oceánicos. En particular, se resalta la necesidad de reforzar los mecanismos de conservación y mejorar el marco legal internacional para la protección de estos recursos vitales.
La publicación también destaca el papel fundamental de la ciencia marina en la gestión adecuada de los recursos oceánicos, así como la urgencia de incorporar políticas más eficaces y coordinadas a nivel regional para enfrentar los desafíos ambientales globales y locales.
El océano es visto como una fuente viva de oportunidades que podría transformar el modelo de desarrollo de América Latina y el Caribe. En tiempos de incertidumbre global, los mares ofrecen una vía para abordar tanto los desafíos climáticos como las necesidades de crecimiento económico, todo ello sin comprometer los recursos naturales para las generaciones futuras.