Salud

Inhalar cafeína: peligros de la última tendencia como estimulante

En los últimos años, ha surgido una nueva forma de consumir un conocido psicoestimulante: la cafeína, pero esta vez mediante esnifado. Aunque pueda parecer inofensivo debido a su uso cotidiano en el café, este método implica dosis mucho más altas, lo que lo convierte en un hábito potencialmente peligroso.

En internet, productos que combinan cafeína, taurina y guaraná se publicitan como un «despertador nasal» y un potente estimulante. También se puede adquirir cafeína en polvo de manera pura. Esta tendencia, al parecer originada en Estados Unidos, está ganando popularidad gracias a la percepción errónea de que la cafeína es segura por su uso habitual. Sin embargo, al consumirse por vía nasal, las dosis son mucho mayores que las de una taza de café, incluso para quienes consumen grandes cantidades de esta bebida.

Riesgos del esnifado de cafeína

Efectos en la salud
El principal peligro de esta práctica radica en las altas dosis administradas, que pueden ser tóxicas. Entre los efectos adversos se encuentran:

  • Problemas digestivos: aumento de la secreción de ácido gástrico, lo que puede agravar enfermedades gastroduodenales.
  • Alteraciones cardíacas: incremento de la frecuencia cardíaca, la presión arterial y el riesgo de arritmias, incluso en personas jóvenes.
  • Efectos nerviosos: nerviosismo, irritabilidad, ansiedad, insomnio y alteraciones del sueño.
  • Problemas respiratorios y cerebrales: aumento de la frecuencia respiratoria y vasoconstricción cerebral.

Potencial de dependencia
La cafeína es una sustancia que genera tolerancia y dependencia, lo que puede llevar a un consumo creciente y descontrolado.

Riesgo al combinar con otras sustancias
Cuando se mezcla con otras drogas estimulantes como la cocaína o anfetaminas, el riesgo de efectos secundarios graves, como problemas neurológicos y cardiovasculares, se multiplica.

Dosis extremadamente altas

Se han detectado productos con hasta 1.000 o 2.000 mg de cafeína, una cantidad significativamente superior a los 100 mg que contiene una taza de café. Estas dosis tan elevadas, sumadas a la falta de regulación de estos productos, aumentan el peligro.

Una tendencia en expansión

Expertos como Benjamín Climent, toxicólogo del Hospital General de Valencia, advierten que esta moda refleja una «cultura del psicoestímulo», impulsada por la búsqueda de energía tanto en el ocio como en la vida diaria. Sin embargo, los riesgos son considerables y pueden ser letales. «Esto puede matar», alerta Climent.

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