Irán califica victoria de Trump como una nueva oportunidad para que EE.UU. revise sus “políticas erróneas”
Irán, que mantiene tensas relaciones con Estados Unidos desde hace cuatro décadas, declaró este jueves que espera que la reelección de Donald Trump permita a Washington “revisar sus políticas erróneas del pasado”.
“Tenemos experiencias muy amargas de las políticas y enfoques de varios gobiernos estadounidenses”, declaró el portavoz de la cancillería iraní, Esmaeil Baghaei, citado por la agencia oficial Irna.
Trump, quien asumirá la presidencia en enero tras derrotar a la vicepresidenta Kamala Harris en las elecciones del martes, siguió una estrategia de “presión máxima” contra Irán en su primer gobierno, de 2017 a 2021.
Baghaei llamó a Washington a “revisar sus políticas erróneas del pasado”.
La victoria de Donald Trump “no cambia nada” para Irán, estimó por su parte el presidente iraní, Masud Pezeshkian, citado por Irna.
Ni el presidente iraní ni el portavoz citaron el nombre de Donald Trump.
Irán y Estados Unidos son adversarios desde la Revolución Islámica de 1979, que depuso la monarquía prooccidental del sah, pero las tensiones alcanzaron su punto máximo bajo el gobierno de Trump.
Ambos países rompieron sus relaciones diplomáticas en 1980, tras el asalto llevado a cabo unos meses antes contra la embajada de Estados Unidos en Teherán.
Antes de que Trump fuera declarado ganador de los comicios, Irán había considerado irrelevante quién resultara electo.
“Las políticas generales de Estados Unidos e Irán son fijas. No importa quién gane la presidencia. Los planes han sido definidos así que nada cambia en la vida de las personas”, afirmó la portavoz gubernamental Fatemeh Mohajerani.
Durante su primer gobierno, Trump retiró a Estados Unidos de un acuerdo nuclear firmado en 2015 por Irán y potencias occidentales, e impuso duras sanciones contra Teherán.
En 2020, bajo la presidencia de Trump, Estados Unidos mató al reverenciado general Qasem Soleimani, de la Guardia Revolucionaria iraní, en un bombardeo en Bagdad.
Washington y Teherán estuvieron entonces al borde del enfrentamiento militar directo.