Irán confirmó los ataques contra su planta nuclear de Fordo, informó la televisión estatal el sábado. Un funcionario provincial indicó que la instalación fue blanco de “bombardeos enemigos”.
La agencia estatal IRNA reconoció el domingo por la mañana el incidente en Fordo, ubicada en la provincia de Qom.
“Hace unas horas, cuando se activaron las defensas aéreas de Qom y se identificaron objetivos hostiles, parte del sitio nuclear de Fordo fue atacado por enemigos”, señaló un comunicado citado por IRNA. No se reportaron más precisiones sobre daños ni víctimas.
Además, la agencia estatal confirmó que los ataques también tuvieron como objetivo las instalaciones nucleares de Isfahán y Natanz en el país.
IRNA citó a Akbar Salehi, vicegobernador de Isfahán a cargo de asuntos de seguridad, quien afirmó que se habían producido ataques en los alrededores de los sitios.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó en la noche del sábado que las fuerzas armadas estadounidenses atacaron tres instalaciones nucleares en irán. “Hemos completado nuestro exitoso ataque a los tres sitios nucleares en Irán, incluyendo Fordow, Natanz y Esfahan”, escribió el mandatario en la red social Truth. “Todos los aviones están ahora fuera del espacio aéreo iraní”, agregó.
Además, Trump afirmó que “una carga completa de bombas fue lanzada en el sitio principal, Fordow” y añadió que “todos los aviones están a salvo en su camino a casa”.
En otra publicación, el presidente republicano escribió: “Fordow ha desaparecido”.
Los tres objetivos identificados —Fordow, Natanz y Esfahan— constituyen los principales centros de enriquecimiento de uranio en Irán. Según Trump, la operación buscó interrumpir el desarrollo nuclear del país.
“Felicitaciones a nuestros grandes guerreros americanos. No hay otro ejército en el mundo que podría haber hecho esto. ¡Ahora es el momento de la paz!”, escribió.
El mandatario calificó el ataque como un “momento histórico para los Estados Unidos de América, Israel y el mundo” y sostuvo que “Irán debe ahora aceptar poner fin a esta guerra”.
Según trascendió en los últimos días, el Gobierno de Benjamin Netanyahu presionó a Washington para que respaldara las ofensivas sobre sitios clave del programa nuclear iraní, en un contexto de negociaciones estancadas con Teherán.
