Opinión

¿La felicidad? nuestra responsabilidad

Josefina Almánzar

Cuántas veces hemos salido a la calle en busca de la felicidad. Salimos de nuestras casas con el objetivo de encontrar a alguien o algo que nos proporcione felicidad y ¡qué desencanto!, ¡qué desilusión! nos llevamos cuando eso que andamos buscando no lo encontramos.

Y es simplemente porque buscamos nuestra felicidad en otra parte, en otras personas, fuera de nosotros, sin darnos cuenta de que ella vive en un lugar muy fácil de encontrar si estamos dispuestos a visitarla, a sentarnos con ella.  Ella nos dará una cita para tomarnos un té, para conversar amenamente, para disfrutar juntos de una puesta de sol, para aspirar la rica fragancia de una rosa.

Es tan fácil encontrarla, ella es tan coqueta que nos acompaña en diversas travesuras. Es tan leal que nos recibe aún cuando le somos infieles y la cambiamos por la vanidad, por la tristeza, por los miedos. Es tan solidaria que nos acompaña en nuestra soledad. Tan cooperativa que respeta nuestro espacio.  Ella es tan comprensible que nos deja libres para ir y venir a donde queramos, para elegir lo que queremos ser y hacer.

A veces consideramos que otras personas tienen el poder de hacernos felices y nuestra vida la ponemos a su merced. Cuán equivocadas están las personas que tienen ese pensar porque lo que solemos llamar felicidad es una responsabilidad exclusivamente nuestra.  Nadie ni nada puede aportarnos sus porciones.

No podemos empoderar a los demás, nadie ni nada puede darnos la llave maestra para abrir el portal donde ella se encuentra, solo nosotros tenemos el poder supremo para elegir vivir con ella. Sólo nosotros podemos lograr esa armonía, esa paz y tener la responsabilidad de asumirla como una actitud de vida.

Sólo nosotros y nosotras somos los responsables de conquistar nuestra felicidad, es una decisión cotidiana.

 La autora es abogada y docente universitaria.

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