La Guerra de Restauración y Abinader en Santiago
Por Luis Céspedes Peña
Hay ocasiones en que la alegría generada por un baile, puede terminar empañada por la tristeza de sus protagonistas.
El Presidente Luis Abinader dejará establecida su posición con respecto a su reelección presidencial, si se repostula o no, usando una de las tribunas escogidas en Santiago para la conmemoración de la Guerra de Restauración, ocurrida entre 1863-1865.
Esa guerra, que se produjo luego de la renuncia del Presidente, general Pedro Santana, que usurpó el poder luego de haber anexado la parte nuestra de la Isla al Imperio español (en 1861), molesto por la pérdida de apoyo de las autoridades españolas.
Esa guerra fue materializada, casi en su totalidad, por el Cibao, el cual aportó muchos muertos fusilados o en combates, pero al final, lograda la victoria de separación.
Debemos recordar que el Presidente Santana renunció en 1862, materializada la Independencia de 1844, que tuvo como líder al gran dominicano de todos los tiempos, el general Juan Pablo Duarte y quien posteriormente murió pobre exiliado en Venezuela.
Asistirá a Santiago, donde su gobierno desarrolla importantísimas inversiones de progreso, pero no se observa el aumento de su popularidad. ¿Qué
¡Pero vamos al tema que nos ocupa!
El Presidente Abinader, que dirige un gobierno básicamente de empresarios, está obligado a decidirse por la repostulación en busca de la continuidad en el poder.
Asistirá a Santiago, donde su gobierno desarrolla importantísimas inversiones de progreso, pero no se observa un aumento de su popularidad. ¿Qué sucede? El Presidente tiene buenas iniciativas, pero su equipo es poco lo que le aporta de manera electoral. Es todo lo contrario, le suma situaciones difíciles.
El problema está en que la mayoría de sus ministros suman pocos votos. ¡Pero sí muchos millones de pesos para la campaña electoral! Es lógico que con mucho dinero se logra votos que inciden en el proceso electoral, aunque no como cuando hay cantidades aportadas por dirigentes.
El oficialista Partido Revolucionario Moderno (PRM) no tiene, por el momento, otro dirigente que pueda garantizarle la victoria presidencial. Entonces la única alternativa que tiene es la de tirar al sacrificio al Presidente de la República.
Y si el ex Presidente Danilo Medina decide seguir buscando votos para el candidato presidencial del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Abel Martínez, la posibilidad de Abinader, excepto algunas “maniobras” electorales que pueda hacer, se le hará muy difícil al PRM ganar.
Medina dirigió ocho años de gobierno que multiplicó la producción, especialmente la agropecuaria y la industrial, suficiente para que los productores ganaran más, pero con el apoyo del régimen, éstos traspasaron beneficios a favor de los consumidores, los cuales adquirían los alimentos a precios bajísimos, en comparación con la actualidad.
El llamado de Medina a los beneficiarios del Programa Visitas Sorpresas, para que voten a favor de Abel Martínez, será uno de los principales aportes a la campaña del PLD, pero uno de los peores para el gobierno.
Las Visitas Sorpresas originaron que el país lograra uno de los más altos niveles con respecto al Producto Interno Bruto (PIB), de América Latina.
Con el anuncio de la repostulación, también se “avivarán” las protestas sociales en contra del gobierno, como lo hizo el PRM cuando estaba en la oposición.
No hay ninguna duda de que la búsqueda de la continuidad en el poder del Presidente Abinader, terminará con la vida electoral personal del gobernante, porque no podrá aspirar jamás a la Presidencia de la República, excepto que se modifique la Constitución, que es la misma situación que pesa en contra del ex mandatario Danilo Medina.
¡Pierda o gane, quedará inhabilitado! Eso a pesar de ser un político joven que si Dios se lo permite, podría permanecer otros 20 años turnándose la Presidencia de la República, postulándose cuatro años y saliendo del poder, si gana. Si el Presidente fuese quien escribe, sería mi propio asesor. Los cuatro años que bajara del poder, los utilizaría para fortalecer el partido.
¡Y más cuando el Presidente Abinader lo único que necesita para siempre estar bien, es el uso del poder, sin robar, porque tiene tantos millones de pesos y dólares que difícilmente vea acabarlos! Es más rico que Joe Biden, el Presidente de Estados Unidos, y el más de los otros de América Latina.
La repostulación, si es que el Presidente Abinader lo anuncia este 16 de Agosto en Santiago, será el mayor aporte para los opositores, exceptuando a Danilo, que estaría en la misma situación de inhabilidad, porque saldría otro líder del panorama de aspirantes presidenciales.
Leonel Fernández, el candidato presidencial de la Fuerza del Pueblo, es el gran sabio de la política dominicana, en este aspecto. Promovió y logró que se aprobara la Constitución del 2010, la cual estableció la alternabilidad en el poder.
O sea, cuatro años en la Presidencia de la República y los restantes 48 meses fuera del poder. Leonel duró 12 años en el poder y es candidato presidencial. ¡Seguro de que volverá a motivar la modificación constitucional, si gana las elecciones, para retomar la alternabilidad o, la otra parte, para jamás aspirar a ese cargo, si ganara y se repostulara!
Es por esa razón que el discurso del Presidente Abinader tendrá mucha importancia. Si no es un discurso, será fijada a través de una entrevista con los periodistas. La grave situación que tiene el Presidente para tratar de seguir en el poder, son los continuos escándalos de corrupción de funcionarios de su gobierno, como son los casos de ventas irregulares de visas de Estados Unidos, temas de narcotráficos, desfalcos en instituciones del Estado, falsificación de documentos públicos y otros hechos que empañan la gestión del gobernante.
Pero el Presidente tiene derecho a aspirar por otros cuatro años más, según la Constitución. ¡Aspirar a otro período será su peor decisión! ¿Y por qué?
Porque si no gana las elecciones, tocará la puerta de su casa el poder de la retaliación. No debe olvidarse que el ex Presidente Medina tiene tres hermanos presos y el PLD tiene varios de los funcionarios civiles o militares de su gobierno.
La no aspiración a la reelección bajaría la tensión política en su contra.
Y también daría paso a las negociaciones políticas entre gobernantes. El Presidente no debe ignorar que el país está al borde de la desesperación, por los altos precios de los alimentos, las medicinas, la electricidad, los materiales para la construcción y otros sectores de la economía nacional.
Volverán a las calles los calderos vacíos, las ocupaciones de plazas, como la de la Bandera, otras protestas de gremios u otros actos. ¡Los mismos que usó el PRM cuando era oposición. Esas cosas deben ser tomadas en cuenta por Abinader.
¡Gracias por leernos!