La pitahaya y la pitaya son frutas exóticas que a menudo se confunden debido a sus nombres similares, pero en realidad pertenecen a plantas diferentes. La pitahaya, también conocida como «fruta del dragón,» proviene de un tipo de cactus del género Hylocereus, mientras que la pitaya es de otro cactus del género Stenocereus.
La principal diferencia entre ambas es su origen y apariencia.
La pitahaya tiene una piel más gruesa y escamosa, y suele encontrarse en tres variantes: la roja, con pulpa blanca o roja, y la amarilla con pulpa blanca.
En cambio, la pitaya, que se encuentra en regiones más áridas de América, tiene una piel más delgada y espinosa, y su sabor es más dulce y menos acuoso que el de la pitahaya.
Aunque ambas son ricas en nutrientes y poseen propiedades antioxidantes, la pitahaya es más común en mercados internacionales, destacándose por su llamativa apariencia y sabor refrescante.
