Por David R. Lorenzo
El Colegio Dominicanos de Periodistas está tan perdido en alta mar, que parte de sus dirigentes creen que esa organización, es decir el CDP, el Instituto de Previsión y Protección del Periodista (IPPP), que dirige por muchos años Olivo de León, y el degradado, sectario y «comesolo» Movimiento Marcelino Vega, son las mismas cosas.
El señor De León no sabe que el IPPP, que él dirige, y su Marcelino Vega, son diferentes.
El no sabe, ni los demás dirigentes del Marcelino tampoco, que lo institucional no se puede ligar con una corriente que ellos representan.
Así las cosas, durante años, este señor, cada vez que hace una nota de prensa, la hace a nombre del IPPP y del Marcelino Vega, como podemos ver en las gráficas anexas. Un absurdo que realiza, que no creo que sea por ignorancia e incapacidad, sino de forma consciente.
Es como si el Presidente de la República hablara a nombre del Gobierno y del PRM.
Es por no saber, o no querer distinguir una cosa de la otra, que los beneficios que llegan al CDP, como las pensiones y alimentos o tarjetas donados por el gobierno, entre otras cosas, se distribuyen clandestina y exclusivamente entre ellos mismos, es decir, los miembros del Marcelino y de nadie más.
Algo que ya es normal.
Lo peor, es que eso se hace, como si fuera algo natural, porque tenemos un CDP que es el más conservador de todos los gremios, y la mayoría de sus miembros no tenemos capacidad de cuestionamientos.
