Opinión

¿Qué está pasando?

José Jordi Veras R.

Cada inicio de año escuchamos los discursos del Poder Judicial, con las metas y retos a enfrentar dentro del Sistema Judicial. Y en los últimos años hemos visto como se enfatiza en el hecho de lo mucho que hemos avanzado en la parte digital, ya fuere por audiencias virtuales, fruto de la pandemia o de las firmas digitales en lo que las decisiones se pueden referir.

Así como la sistematización de todo lo que supone el quehacer judicial a nivel de las secretarías.

Ahora bien, hemos establecido que un sistema que resulta un dolor de cabeza en detalles necesita ser revisado y no solo obviarlo.

No es posible que veinte años atrás sin la automatización que se cuenta hoy, diligencias que se resolvían en cuestión de días, puedan durar meses o semanas, no se justifica, porque de alguna manera debería ser más ágil y expedito. Debemos recordar que como servicio, el sistema debe brindar las más prontas respuestas a usuarios y abogados.

Desde hace tiempo hemos hecho hincapié en situaciones como las siguientes: En materia de Tierras, al igual que en las demás, dizque para reducir la mora, se le exige fallar expedientes, o sea en cantidad, sin importar qué se falla o se decide, o sea, si se resuelve el fondo de lo que se solicita o simplemente se disparan con una inadmisibilidad en la mayoría de los casos por simplezas, o por motivos que no son responsabilidad de quien deposita el expediente, conllevando con este pérdida de mucho tiempo entre el trámite de volver a depositar y  asignarse nueva sala para conocerlo de nuevo.

Hace poco conocimos de un caso, en el que se le había depositado por completo el expediente en una partición amigable y el juez que dictaminó, declaró inadmisible la misma porque la certificación de cargas y gravámenes que indica si el inmueble tiene o no tiene hipotecas o privilegios, estaba vencida, pero se le venció al juez que conocía el caso, no fue que se depositó de esa manera. En ese punto, el usuario y abogado, tiene que sufrir porque el juez no decidió antes de vencerse dicho documento.

Tiene que crear el sistema, o que se acepte la certificación en aspectos amigables y administrativos, que la misma tenga un mayor tiempo de vigencia o que ante una situación similar, se pueda llamar a la parte o partes que se han puesto de acuerdo para que regularicen, sin tener que emitir una decisión y evitar así pérdida de tiempo para cada quien, juez, partes y abogados  y menos costos para el Estado.

Sin embargo, ahora tenemos muchos casos que están siendo fallados de forma fácil por nimiedades, interpretando la Resolución última de forma inadecuada, aunque también la misma, da la impresión que quienes la elaboraron dejaron de tomar muchos aspectos importantes que hoy son retroceso en otros ámbitos como los deslindes.  Cuando vemos cosas así, entendemos que hay vicios del sistema que requieren mejorar.

Otro ejemplo, son los desgloses, o sea, el retiro de los documentos una vez se decide un expediente o cuando se declara inadmisible, con lo perjudicial en este último, de que tendrá que retirar y volver a depositar y en ese trámite pueden transcurrir meses.  ¿Y por qué nadie dentro del Sistema puede verlo o mejorarlo?

En otro ejemplo, el tema de los procesos de divorcios en las Salas de Familia, esto se ha vuelto una verdadera peripecia. El que somete un expediente en estas jurisdicciones es mejor que se confiese con la Virgen, para que una separación o rotura por la causa de Mutuo Consentimiento,  pueda ser decidida en menos tiempo que los cinco meses que se está tomando. No sabemos, si es falta de personal administrativo o que a pesar de haber más Salas, a pesar de ello, el trabajo se ha vuelto tedioso para los magistrados.  Estas son situaciones que se supone debe mirar quienes dirigen el organigrama.

Esto ya indicado, son algunas, de las que podemos mencionar, pero son aún más, que por ahora, establecemos, pero algo está fallando en el Sistema Judicial.

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