El puente del canal de Sart, en Bélgica, es una obra de ingeniería impresionante que parece desafiar las leyes de la lógica.
Completado en 2002, este gigantesco acueducto permite a las embarcaciones navegar por el aire, cruzando carreteras y paisajes sin interrupciones.
Con 498 metros de largo, 46 metros de ancho y una profundidad de 5,5 metros, esta estructura conecta el Canal du Centre entre los ríos Mosa y Escalda.
Más allá de su funcionalidad, el puente es una maravilla visual que atrae a turistas y transporta mercancías, demostrando cómo la ingeniería moderna puede integrar el transporte fluvial con el entorno de una manera eficiente y sorprendente.
