San Valentín: cómo ganar la carrera de un pedido de casamiento

“Nooooooo”, fue la reacción de Kim Meylemans cuando su pareja Nicole Silveira le propuso matrimonio en un romántico paseo en barco por Brasil durante sus vacaciones tras la temporada 2023-24 de skeleton.
No era exactamente la respuesta que buscaba la atleta nacida en Río Grande, pero había una razón para la más inesperada de las respuestas de su novia, que nació en Alemania y representa a Bélgica.
La propia Meylemans iba a pedirle a Silveira que se casara con ella exactamente en el mismo viaje en barco. De hecho, llegó hasta el punto de llevar un anillo en el bolsillo.
Sin embargo, todo se arregló después de que ambas dijeran «Sí, sí, sí».
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Coincidencia del amor
“Yo ya tenía planes para las pasadas Navidades (las del 2023)”, cuenta Silveira, ex competidora de bobsleigh que debutó en los Mundiales de skeleton en 2019 y que ahora tiene la vista puesta en la próxima edición, del 6 al 16 de marzo en Lake Placid (Estados Unidos). “Le compré un tour privado en barco cuando fuimos a Brasil. Ya había hecho todos los planes para proponerle matrimonio en ese momento, pero ella no lo sabía”.
“También compré un anillo de compromiso en febrero, creo”, recuerda Meylemans, dos veces olímpica y primera medallista mundial de Bélgica en este deporte: obtuvo la plata en 2024, 13 años después de haberse unido al tour de la Copa del Mundo, en 2011.
“Yo envié (el anillo) a casa de una amiga; ella, a la de su madre. En realidad, quería hacer la propuesta en Calgary (donde viven), pero el anillo no llegó a tiempo. Así que pensé que Brasil era perfecto. Tenía ese paseo en barco tan perfecto que ella me había conseguido, cuando se me anticipó con la propuesta”.
“Llegamos al paseo en barco y le propuse matrimonio”, sonrió Silveira en la entrevista con la Federación Internacional de su deporte, la IBSF, antes de imitar la sorprendente respuesta de Meylemans: “Noooooooo”.
“Yo estaba en plan ‘no puede ser’”, bromeó Meylemans. “Literalmente, tenía todo lo que necesitaba en la embarcación. Estaba preparada para sacarlo todo afuera”.
“Al menos gané esa competición”, celebró Silveira.
“Ella me ganó, definitivamente”, coincidió Meylemans, antes de que Silveira bromeara ante la cámara mientras ambas enseñaban los anillos en sus dedos : “También acabó siendo el mismo anillo, qué casualidad”.
El trabajo del amor
La pareja ha pospuesto sus planes de boda hasta finales de 2026, ya que a principios de año les espera un acontecimiento histórico: los Juegos Olímpicos de Invierno de Milano Cortina 2026, en los que ambas esperan hacer historia para sus países y subir al podio en la carrera a cuatro.
Este sueño no es imposible.
En enero de 2025, poco más de un año antes del comienzo de la XXV Olimpiada de Invierno, ambas se colgaron medallas en la Copa del Mundo de St. Moritz: Meylemans se llevó la plata y Silveira, bronce.
“Gracias St. Moritz”, publicó Meylemans después, junto a un vídeo de las carreras más rápidas de ambas, seguido de un abrazo de celebración al final de la competición.
“Ver nuestras dos banderas (de países que no practican habitualmente deportes de invierno) izadas juntas durante la ceremonia de entrega de medallas fue un momento que ninguna de las dos olvidará”, añadió Meylemans.
“La gente cercana a nosotras sabe lo duro que ha sido llegar hasta aquí, pero también hasta qué punto nuestro amor mutuo ha sido la fuerza movilizante de los éxitos deportivos”.
Las dos competidoras apuestan por el trabajo duro, sin duda. La pareja se ha unido para entrenar juntas, pero luego también debieron aprender a gestionar las emociones que conlleva competir una contra la otra. Este factor inevitablemente tiene sus altibajos.
“Creo que en un punto es más fácil que tener a alguien en casa a quien extrañas todo el tiempo”, comenta Silveira sobre la naturaleza de las 24 horas juntas entre su trabajo y su relación. “Así que al menos podemos hacerlo todo juntas y tratar de divertirnos con ello”.
Así y todo, la pareja también confirma que “a veces es muy duro competir en esas condiciones”.
En la temporada 2023-24, Silveira padeció un año duro con una equipación nueva y el aprendizaje a los nuevos “deslizamientos”. Meylemans, por su parte, disfrutó de un período de estrella del deporte con su primera victoria en la Copa del Mundo y una medalla de campeona del mundo.