Se cumplen 75 días de la desaparición del niño Roldanis Calderón en Jarabacoa

La Vega. – Han pasado 75 días desde que el pequeño Roldanis Calderón, de apenas tres años, desapareció sin dejar rastro mientras jugaba en el patio de la casa de su tía, en la comunidad de Los Tablones, en Manabao, municipio de Jarabacoa, provincia La Vega.
Desde ese domingo 30 de marzo, la vida de su familia cambió por completo. El ambiente en el hogar, ubicado cerca del Parque Nacional José Armando Bermúdez y rodeado de vegetación y un río, era de tranquilidad hasta que, en cuestión de minutos, el niño dejó de ser visto.
Sospecha de rapto
“Estamos seguros de que a él se lo robaron”, afirma con voz firme su padre, Efraín Nicolás Calderón, quien se aferra a la esperanza de volver a abrazar a su hijo.
Entre el dolor y la frustración, la familia reclama respuestas que no han llegado. “Le pedimos a Dios que nos dé fuerza para soportar este dolor”, expresó el padre, visiblemente afectado.
Desde el primer día, se desplegó una intensa búsqueda que involucró a agentes de la Policía Nacional, Ejército, Ministerio Público, Defensa Civil, y decenas de voluntarios de la comunidad. La operación incluyó el uso de unidades caninas y tecnología especializada. Incluso, las labores se extendieron a otras provincias, pero hasta ahora no se ha encontrado ninguna pista concluyente.
Silencio institucional
Tanto los padres como otros adultos que estaban presentes en la vivienda han sido interrogados varias veces, sin que hasta la fecha se haya revelado públicamente el avance de las pesquisas.
“El dolor más grande es no saber nada. Que pasen los días y no tengamos noticias”, lamenta la familia, que asegura sentirse en el abandono por parte de las autoridades.
Una comunidad consternada
La desaparición de Roldanis ha conmovido a la comunidad de Jarabacoa y a gran parte del país. En redes sociales, vecinos y ciudadanos solidarios siguen compartiendo su fotografía con la esperanza de que alguien pueda aportar información útil.
Incluso, un allegado a la familia ha ofrecido una recompensa de un millón de pesos a quien proporcione datos que conduzcan al paradero del menor.
La incertidumbre persiste, y el país entero sigue pendiente de una historia que clama por justicia, respuestas y, sobre todo, por el regreso de un niño cuya sonrisa se apagó en el silencio de una tarde cualquiera.