Sepultan a Conan junto al líder de Los Trinitarios tras tiroteo en Sabana Iglesia
Por John Santos
En la tarde de este miércoles 28 de agosto, en el cementerio de Pinalito, provincia de Santiago, fue sepultado Francisco Javier Peña Cruz, conocido como «Conan», quien perdió la vida en un tiroteo ocurrido en el municipio de Sabana Iglesia. Este trágico incidente, que también se cobró la vida de Lenir Alberto Sánchez Vargas, conocido como «Raffy», ha dejado a la comunidad en un estado de shock.
El suceso, ocurrido la noche del pasado domingo, se desencadenó por una discusión aparentemente trivial sobre un espacio de aparcamiento en el Malecón de Sabana Iglesia. La disputa, que comenzó con palabras, rápidamente escaló a violencia letal, con ambos hombres disparándose mutuamente hasta caer abatidos. La comunidad, acostumbrada a la tranquilidad de su entorno, se enfrenta ahora a una dura realidad marcada por el duelo y la incertidumbre.
La misa de cuerpo presente se celebró en la capilla del cementerio de Pinalito, con la asistencia de numerosos familiares y amigos de Peña Cruz, de 60 años, quienes se mostraron visiblemente afectados por la pérdida. Durante la ceremonia, la figura de «Conan» fue recordada con un collar multicolor y banderas, una dominicana y otra verde lima, símbolo de la organización Los Trinitarios.
«Conan» fue enterrado en una bóveda junto a la tumba de Julio Martínez Núñez, el fundador de Los Trinitarios, quien falleció en circunstancias aún no esclarecidas en la cárcel Dos de Mayo de Moca, la madrugada del 4 de enero de 2010. La proximidad de sus tumbas no es casual; representa un vínculo simbólico entre dos figuras controvertidas de la organización, cuya misión sigue siendo objeto de debate.
Mientras tanto, el cuerpo de Lenir Alberto Sánchez Vargas fue sepultado ayer en el cementerio municipal de Sabana Iglesia, en una ceremonia más discreta, pero igualmente cargada de dolor. La comunidad local, golpeada por la tragedia, exige ahora respuestas claras sobre las circunstancias que llevaron a este fatal desenlace.
El tiroteo ha dejado una marca indeleble en Sabana Iglesia, un municipio que rara vez se ve envuelto en hechos de violencia de esta magnitud. Las autoridades continúan investigando el caso, mientras los residentes intentan procesar la pérdida de dos de sus vecinos en un episodio que ha sacudido los cimientos de su tranquila vida comunitaria.