Opinión

Steven Castillo es lo que quiso ser

Rafael A. Escotto

Dice el escritor guatemalteco Oscar de León Castillo en uno de sus trabajos que comienza con una inusual interrogante: ¿Sueñan los niños?

«…los sueños de los niños son diferentes a los de los adultos en varios aspectos. Por ejemplo, los sueños de los niños tienden a ser más simples y menos elaborados que los de los adultos. Además, los niños tienen más probabilidades de experimentar sueños lúcidos, es decir, sueños en los que son conscientes de que están soñando.»

Este trabajo trata sobre el sueño de un niño nacido en la avenida ancha de la vida de la ciudad norteamericana de Perth Amboy, del Estado de Nueva Jersey rodeado del afecto y del cariño de sus padres y del calor  de sus  familiares, dominicanos de origen.

El niño de esta pequeña historia tuvo grandes sueños en los cuales él se veía asimismo vistiendo el uniforme respetable de la policía de Nueva Jersey, Estados Unidos de Norte América. Durante el sueño.–dice De León Castillo—«los niños tienen pesadillas que pueden cáusarle angustia. Esto se debe a que los niños procesan sus emociones y la experimentan de una manera más intensa que los adultos.»

El niño que soñó con ser policía soñaba risueño al mirarse elegante y gallardo en aquel uniforme de policía. Steven Castillo es aquel niño de aquella fantasía que se volvió hombre, ingresó a estudiar en Mercer County Police Academy  y luego se hizo oficial de la policía de la ciudad de Perth Amboy. Ya se acabó su ciega y loca fantasía del niño que soñaba con ser policía, como escribió la poeta y novelista española Rosalía de Castro en uno de sus poemas.

El joven hispano de Perth Amboy Steven Castillo persiguió su sueño con suma caricia y con ardor voló por los espacios fértiles de su mente hasta lograr convertir su hermosa ilusión en realidad.  Las ideas y los sueños deben perseguirse como el perro a la liebre de la pradera: con tenacidad y con firmeza.

Steven no dejó que terminara el día sin haber crecido un poco, sin haber encontrado su felicidad, sin haber aumentado sus sueños. No se dejó vencer por el desaliento. No permitió que nadie le quitara el derecho a ser lo que soñó: oficial de policía.

Steven Castillo, el joven hispano que soñó en ser policía no abandonó las ansias de hacer de su vida algo extraordinario. Como escribiera el poeta estadounidense Walt Whitman, no dejó de crecer, ni de ser lo que soñó y quiso ser: un orgulloso oficial de la policía.

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