Volar estos días en el sur de California, tomando a Los Angeles como referencia, es casi imposible por las numerosas cancelaciones debidas a una tormenta tropical, Hilary, que está sacudiendo la región.
Sólo Southwest Airlines, la low cost americana, canceló entre domingo y lunes 715 vuelos, mientras que Frontier, por su parte, dejó de volar 71 vuelos en Ontario, aeropuerto cercano. En Phoenix, Las Vegas, San Diego, Orange County, Long Beach, Palm Springs y en varios otros aeropuertos del norte de México también hubo retrasos o más habitualmente cancelaciones
El impacto más importante por número de pasajeros es el del aeropuerto de Los Ángeles, que ha advertido a sus pasajeros que deben consultar con su compañías aéreas antes de desplazarse a la terminal.
Todas las aerolíneas afectadas están flexibilizando sus políticas con los billetes para permitir a los viajeros que reorganicen sus desplazamientos.
Además de los problemas en los aeropuertos y en la navegación aérea, también hay dificultades para llegar a las terminales debido a las lluvias extremadamente torrenciales en zonas como Beverly Hills, Pasadena, North Hollywood o Santa Clarita.
El pasillo aéreo que había sido más impactado es el de Los Ángeles a San Francisco, a San José o a Oakland, en la bahía de San Francisco.
Hay un dato positivo en medio de este caos: no ha habido víctimas mortales al menos hasta anoche.
