González aseguró que el desplome del techo de la emblemática discoteca, que cobró la vida de más de 230 personas, ha dejado una marca profunda en la clientela habitual, y también ha despertado preocupación entre artistas y organizadores de eventos.
«Ha reducido bastante la economía y el tránsito hacia los centros nocturnos, especialmente las discotecas. Donde más están yendo los clientes ahora es a terrazas y bares. A las discotecas les han cogido un poquito de terror de asistir», afirmó.
Incluso artistas reconocidos como Fernando Villalona y Sergio Vargas solicitan inspecciones estructurales previas a sus presentaciones. «Lo primero que hacen es mandar a revisar el techo», agregó González.
El dirigente también explicó que posee, junto a su hermano, una discoteca en el Distrito Nacional que solía llenarse cada fin de semana, pero que desde la tragedia de abril, el panorama ha cambiado drásticamente.
“Estuvimos cerrados todo el mes de abril por el duelo, luego llegó Semana Santa y ha sido difícil recuperar la asistencia del público”, comentó.
Situación similar en la Zona Colonial
