Un «Ángel» mantiene en el cargo al ministro de Educación.

Siempre con una controversia. El actual ministro de Educación, Ángel Hernández, se encuentra en el ojo del huracán debido a una serie de denuncias que han suscitado inquietudes sobre su gestión y conducta en el ejercicio de sus funciones. A pesar de las numerosas críticas y alegaciones en su contra, Hernández permanece en su cargo.
Uno de los puntos de las críticas hacia el ministro Hernández se refiere a los procesos de compras dentro del Ministerio de Educación. Diversas denuncias han señalado presuntas irregularidades en dichos procesos, generando interrogantes sobre la transparencia y la ética en la toma de decisiones relacionadas con adquisiciones para el sistema educativo. Estas acusaciones han levantado sospechas sobre posibles conflictos de intereses y han llevado a algunos sectores a demandar una investigación exhaustiva.
Además, se ha cuestionado la conducta del Ministro Hernández en relación con contratos dentro de su jurisdicción. Voces críticas afirman que existen indicios de favoritismo en la asignación de ciertos contratos, lo que plantea dudas sobre la equidad en la distribución de recursos y oportunidades en el ámbito educativo.
El comportamiento personal del ministro también ha sido objeto de señalamientos. Se le acusa de haber atropellado a asesores y de mostrar desconsideración hacia el personal bajo su supervisión. Estos informes de trato irrespetuoso han generado tensiones dentro del Ministerio de Educación, afectando la moral de los empleados y sus relaciones laborales.
Otro aspecto que ha suscitado gran preocupación es la intimidación a periodistas a través de la utilización de aguaciles. Estos actos, destinados a amedrentar a los profesionales de los medios de comunicación, plantean el desconocimiento sobre la libertad de prensa y la transparencia en el manejo de la información gubernamental.
Este lunes, dirigente sindical Juan Hubieres ha presentado una denuncia que expone serias irregularidades en el programa de transporte escolar. Estas alegaciones podrían tener repercusiones significativas, ya que afectan directamente uno de los aspectos fundamentales del sistema educativo, comprometiendo el acceso de los estudiantes a la educación.
A pesar de todas estas controversias y denuncias, Ángel Hernández continúa en su posición como Ministro de Educación, generando escepticismo y suspicacia en amplios sectores de la sociedad.