Opinión

A las clases: ¡»Que ya es hora”!

Aquiles Olivo Morel

¡Ya arrancó definitivamente el año escolar!, millones de estudiantes, especialmente los de menos ingresos de la Republica Dominicana van a las aulas. Esta vez el país confía en cumplir con las expectativas de salvar los obstáculos: Una mayor cobertura; rendimiento de los estudiantes; capacitación de los docentes; desayuno y almuerzo escolar; materiales y libros para los estudiantes.

Los informes de como debe enrumbarse la educación a nivel global refieren a una revolución de los sistemas educativos; la educación va de la mano con la revolución tecnológica; los empleos y las necesidades de las empresas. Los contenidos en definitiva están en la actualidad, según los especialistas, desajustados de las necesidades de un mundo globalizado, cada vez mas deshumanizado y cada vez mas divergente, en las ideas de como construir modelos educativos orientados a la producción de seres humanos identificados con los aspectos fundamentales: Protección al medio ambiente; Recursos Humanos para una nueva era; y, un modelo donde los principales actores maestros y docentes puedan armonizar esos vacíos en un tiempo apropiado.

Hoy las escuelas están íntimamente ligadas a las familias: Los padres o tutores desempeñarán un rol esencial en ese producto final, con buenos rendimientos y con el cumplimiento de horario por parte de los maestros.

La Republica Dominicana (RD) destina el 4% del PIB a la educación. Ese pacto constituye el consenso de todos los sectores sociales; los gobiernos, sin importar, los niveles de compromisos atienden o honran esta responsabilidad con el sistema. Sin embargo, tiempo después, ya transcurridos mas de 10 años, la inconformidad con los resultados, sumen al país en un ambiente de estrés colectivo.

Las evaluaciones arrojan bajos rendimientos. Las causas son múltiples: Van desde la necesidad de disponer maestros con un nivel mas elevado de destreza, hasta evaluar el rol de las familias, en este difícil proceso de enseñanza.

En todos los casos, la relación laboral de alcanzar mayor cumplimiento de los docentes en el proceso de enseñanza fue objeto de un pacto donde participaron el ministro de educación, el presidente de la Republica y la Asociación de Dominicana de Profesores (ADP). Este consenso rubricado por las partes procura que a partir de este ano escolar puedan alcanzarse los objetivos estratégicos en ese Ministerio.

Se alberga la esperanza de mejorar la cobertura de horario; también, un mejor almuerzo escolar; eficientizar la tanda extendida y, por supuesto, dotar a los alumnos de los libros y materiales requeridos para cumplir con el cierre de brecha identificados en los Planes Operativos Anuales (POA). El propio ministro, afectado por ese estrés colectivo, llegó a referirse a ese fallido proceso diciendo como se “lanzaron millones de pesos al zafacón”.

Los principales desafíos para el sistema educativo lo constituyen la escasez de cupo y la necesidad de ampliar con aulas alternativas un excedente de familias que deambulan por las escuelas procurando espacio para inscribir a sus hijos. Ningún liceo en muchas provincias esta ajeno a la presión de esta demanda; en algunos casos, decidieron incrementar de 25 hasta 35 su numero para satisfacer la demanda, aunque según los expertos esto atenta contra el proceso de la enseñanza.

El otro Angulo del problema radica en las escuelas en construcción con conflictos legales, las cuales no fueron terminadas y que repercuten de manera directa sobre este flujo continuo de nuevos espacios.  El país, por supuesto, sigue adelante apoyando las acciones del gobierno, la sociedad civil y todos los acuerdos firmados por la ADP para desafiar los retos y culminar con unos resultados, totalmente novedosos respetos al histórico.

Son muchas las voces envueltas en este contexto. La presión por mejorar está íntimamente ligada, también, por sector empresarial y los organismos internacionales. También, entienden como la inversión del 4% no impacta en el desarrollo educativo y como las evaluaciones recientes exigen un rotundo cambio en los aspectos claves de las enseñanzas.

Una mirada a las condiciones socioeconómicas de miles de estudiantes conduce al razonamiento de involucrar al ministerio en el manejo de los materiales y los utensilios requeridos por estos para avanzar para conjurar definitivamente estos escenarios de precariedad, los cuales influyen e impactan en estos cambios.

Publicaciones relacionadas

Mira también
Cerrar
Botón volver arriba