Camila Henríquez Ureña, una mujer excepcional
Camila Henríquez Ureña (1894-1973). Educadora, escritora, humanista y feminista. Considerada “como una de las intelectuales más destacadas de Latinoamérica y el Caribe del siglo XX”.
Nació en Santo Domingo de Guzmán, capital de la República Dominicana. Hija de los prestigiosos intelectuales don Francisco Henríquez y Carvajal y doña Salomé Ureña de Henríquez, ambos poetas y educadores. Por tanto, la cultura fue parte esencial de su vida.
Junto a su familia se trasladó a Cuba, allá adoptó la ciudadanía cubana en el 1926. Camila obtuvo sus Doctorados en Pedagogía y en Filosofía y Letras en la Universidad de La Habana en 1917. . Además estudió en las Universidades de Minnesota y Columbia en los Estados Unidos. Entre 1927 y 1971 fue profesora de Lengua y Literatura Españolas de la Escuela Normal de Oriente, en Santiago de Cuba. Luego viaja a París para estudiar en la Universidad de la Sorbona.
Sus actividades más notables fueron: cofundadora y presidente de la Sociedad Feminista Lyceum, y del Instituto Hispano Cubano de Cultura. Desde 1946 ocupó el importante cargo de “editor-consejero” del Fondo de Cultura Económica en México.
Abrazó los ideales de la Revolución Cubana, y en 1960 se desempeño como Asesora técnica del Ministerio de Educación. Catedrática de literatura del departamento de Lenguas y Literaturas Hispánicas de la Universidad de La Habana y de Vassar College en los Estados Unidos.
Mujer talentosa, de sólida formación intelectual y su carisma personal, la llevaron como conferencista a distintas universidades y centros culturales de varios países de América Latina y de Europa.
Su valiosa obra literaria está compuesta de ensayos, poesía, epistolario y documentos personales. Entre sus títulos se encuentran: ¨Feminismo¨, uno de los mejores escritos en América Latina en el Siglo XX, “La mujer y la cultura” (1949), “Cervantes” (1963), “Cantares de gesta” (1971), “William Shakespeare” (1972)…
Camila Henríquez Ureña fue investida como Profesora Emérita de la Universidad de La Habana en 1970. El discurso de orden fue pronunciado por Mirta Aguirre, a nombre del Claustro de la Escuela de Letras y de Arte. Finalizo con un fragmento de su discurso describiendo a esta mujer excepcional:
“…Si Camila Henríquez Ureña recibe el título que esta noche le es concedido, ello se debe, sin duda, a su brillantez humanística; pero se debe, junto a eso, al signo de admirable austeridad que ha regido su vida entera; se debe a que es posible colocar esa vida ante los ojos de nuestros jóvenes como un modelo que amerita imitación. Hecha de estudio incesante, de trabajo sin tregua, de honestidad sin grietas, de perenne autoexigencia, de inquebrantable sencillez, de altísima dignidad intelectual…”.