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La Casa Blanca está en alerta máxima ante posible «consejo de guerra» a Biden

La inminente posibilidad de un juicio político contra el presidente de EEUU, Joe Biden, llevó a la Casa Blanca a reunir una ‘sala de guerra’, revela ‘NBC News’. Esto sucede después de que varios republicanos pidieron la apertura de un procedimiento de destitución contra el mandatario, por su mala conducta financiera durante la Administración Obama.

La oficina del abogado de la Casa Blanca lleva meses preparándose para una «respuesta agresiva» a las investigaciones de la Cámara de Representantes lideradas por los republicanos sobre los Biden, informaron unas fuentes a NBC News.

En sus palabras, la estrategia que se está elaborando en esta sala de guerra está diseñada ostensiblemente para contraatacar la posible investigación de impeachment.

«Comparar este proceso con otros anteriores no es comparar manzanas con manzanas, ni siquiera manzanas con naranjas, sino manzanas con elefantes. Nunca en la historia moderna una destitución se ha basado en ninguna prueba», indicó un asesor de la Casa Blanca.

Otra persona del equipo de Biden afirmó que la investigación del Partido Republicano sobre el juicio político que se está considerando «no se basa en pruebas», sino que es un «esfuerzo centrado en las elecciones».

La llamada sala de guerra reunió al abogado defensor Richard Sauber, a Russ Anello, exdirector de personal del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, al agente de comunicaciones, exveterano de la campaña presidencial, Ian Sams, y a otra experta en comunicaciones Sharon Yang.

El abogado estadounidense Ed Siskel, entonces empleado de la Administración Obama, también se incorporará al equipo, de acuerdo con el informe.

La Casa Blanca espera posicionar a Joe Biden como un presidente totalmente centrado en «cuestiones económicas que afectan a la vida de las personas», mientras que el Partido Republicano, que impulsa una investigación de destitución, sería tachado de «fuera de contacto», señaló un funcionario de la Casa Blanca.

Además, algunos miembros del equipo de la Casa Blanca creen que la lucha que se avecina para ampliar la financiación del Gobierno más allá del 30 de septiembre, fecha límite para evitar un posible cierre, también podría jugar a su favor. En sus palabras, si el proceso de destitución tuviera como telón de fondo la pugna entre demócratas y republicanos por la financiación del Gobierno, los aliados de Biden podrían calificar esos acontecimientos de «inestabilidad y caos» provocados por la mayoría republicana en la Cámara de Representantes.

«Yo no diría que nadie aquí está alentando a que eso suceda, como ‘Por favor, impugnen porque esto nos va a ayudar’. Pero si lo hacen, si siguen adelante con ello creo que va a haber ramificaciones políticas para el Partido Republicano», destacó una fuente.

La sala de guerra de la Casa Blanca también cuenta supuestamente con la ayuda de los demócratas de la Cámara de Representantes, así como de grupos externos. En cuanto a estos últimos, se indica que está implicado el grupo de Proyecto de integridad del Congreso democrático, que encarga encuestas y supervisa las declaraciones de los republicanos, con la esperanza de sacar provecho de cualquier división del Partido Republicano que se manifieste.
Además, se dice que los asesores de Biden recurrieron a las lecciones aprendidas del juicio político contra el entonces presidente Bill Clinton en 1998 como modelo para una defensa eficaz.

El hecho de que Bill Clinton se regodeara en su índice de aprobación más alto de 73% en diciembre de 1998, de acuerdo con la empresa estadounidense de análisis Gallup, precisamente cuando el Partido Republicano consideraba artículos de destitución.

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