Opinión

Llorando por la piel. ¡Apaguen esas hormonas del estrés!

POR JAVIER FUENTES

Jamás olvidaré las palabras de un profesor de psiquiatría en la facultad de medicina. Había sido dermatólogo durante algunos años y había tratado a innumerable cantidad de pacientes de psoriasis.

En una ocasión me acerqué a él y le pregunté por qué dejó el campo de la dermatología para estudiar psiquiatría. Me dijo que su trabajo como dermatólogo le había llevado a la conclusión de que muchos de los que sufren de psoriasis o eczema en realidad estaban «llorando a través de la piel».

En otras palabras, esta gente por algún motivo no podía llorar abiertamente aunque habían vivido cosas que merecían un buen llanto de desahogo. Estaban desahogando su pena a través de la piel, y ésta se manifestaba en erupciones dolorosas o con permanente escozor.

La investigación ha demostrado, me siguió diciendo, que los ataques de psoriasis y las erupciones de eczema se acentúan cuando la persona está pasando por estrés. El eczema ha sido llamado varias veces «hervor» de la piel. El estrés empeora el eczema.

Si nuestro cuerpo pudiera hablar, sin dudas nos diría a través de un desorden cutáneo «¡Ya no puedo más con estas emociones que producen estrés!» Aunque no soy dermatólogo, mi área son las ciencias sociales y en algo la psicología, les aconsejo prestar atención cuando su piel comience a gritar.

Tratando de hacer cierta analogía y paralelismo y, teniendo muy en cuenta que, a pesar del esplendor, el entusiasmo de las distintas organizaciones comunitarias, las autoridades de la ciudad, los artistas de distintos géneros, las carrozas y comparsas que nos alimentan con nuestras raíces históricas culturales. Lo que vi en la recién finalizada “Parada del Bronx» fue a un gran número de personas, las cuáles al parecer tienen una especie de psoriasis y han comenzado a llorar por la piel !!Se Van!!

Hasta ese día en tres años de gobierno no había escuchado, algo así contra el PRM, lo que nos permite diagnosticar que hay un gran estrés peligroso que debe ser tratado y manejado con cuidado y mucha delicadeza en procura de que él mismo no se convierta en mortal, cómo cuál amargado por la traición de su amada (o) y toda una gran furia que se vuelca en el desahogo  y el grito ¡¡Se Van!!

Pero, le advierto seriamente: ¡aprendan a apagar el estrés!

Eso fue lo que vi.

Siguiendo hablando del estrés y su parte emocional. El mismo no tiene que ver tanto con los eventos y las experiencias, como con la percepción de la persona en cuanto a las circunstancias que se presentan en su vida. El nivel de estrés de la persona tiene que ver con lo que ésta cree.

Y lo que la gente, (lo que vociferaron allí), creen, es que se está gobernando para favorecer a los ricos, que no hay gerencia ni capacidad de los funcionarios y que el presidente no tiene carácter.

Y con esto quiero decir que en cuanto a la percepción política psicológica: esto no es bueno. Dado el hecho simple de que cuando la población pierde el respeto y deja de creer en sus líderes; la base o las masas, estas se expresan con las peores emociones.

El Dr. John Sarno, profesor de medicina clínica rehabilitadora en la Facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York, concluyó, en uno de sus estudios de psiquiatría que los espasmos dolorosos en la espalda y el dolor crónico a menudo eran resultado de tensión crónica, estrés, frustración, ansiedad, ira reprimida y preocupación. El Dr. Sarno llamó a esta condición del dolor crónico Síndrome de Miositis por Tensión

Por tanto, donde quiera que vamos y preguntamos, oímos llorar la piel de la base del PRM.

¡Ella (la masa) también se ha apropiado del estribillo!

¡Se van!

Como acción de venganza por las promesas incumplidas.

Es por ello que la indignación, claro, es una forma de ira. De enojo justo. Afligir, según el Diccionario de la Real Academia Española, significa: “Causar molestia o sufrimiento físico; causar tristeza o angustia moral; sentir sufrimiento físico o pesadumbre moral”. Y la base cree sufrir todo esto por los funcionarios a los que castigará.

Mi interés al escribir este artículo es una advertencia de lo que por más de dos años vengo diciendo.

Finalmente quiero citar a Maurice Duverger: ”La definición más sencilla y más realista de la democracia es la siguiente: régimen en el cuál los gobernantes son escogidos por los gobernados, por medio de elección sinceras y libres”.

Sigo citando: “El hecho de la elección, como la doctrina de la representación, han sido profundamente transformados por el desarrollo de los partidos. No se trata, en lo sucesivo, de un diálogo entre el elector y el elegido, la nación y el Parlamento: se ha introducido un tercero entre ellos, que modifica radicalmente la naturaleza de sus relaciones.  Antes de ser escogido por sus electores, el diputado (el diputado, senador, síndicos, o el que irá cómo presidente) es escogido por el partido”. (Partidos Políticos pag: 378).

Los que tengan oído para oir, que oigan. Y mañana no lloren.

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