Producción de más alimentos en el país necesita de gestión, innovación e inversión
Económica. Ejecutivos, economistas, políticos y empresarios debaten sobre los desafíos de la agropecuaria.
¿Puede la República Dominicana producir más alimento para satisfacer el mercado local, suplir la demanda del turismo y aumentar sus exportaciones? Esta es la pregunta que sentó en una misma mesa a ejecutivos, políticos y economistas en el marco del XXVI Encuentro Nacional de Líderes del Sector Agropecuario.
Al unísono, los expertos afirman que es posible, pero no sin antes mejorar la gestión de las instituciones vinculadas al sector a través de una reforma, aumentar la productividad, introducir tecnologías que eleven la competitividad e incrementar la inversión.
Recomendaciones internacionales
Al país le urge la adopción de prácticas agrícolas que reserven su activo más importante: los recursos naturales.
Cuatro representantes de organismos internacionales alertaron ayer que el cambio climático amenaza con poner en riesgo la seguridad alimentaria del país en el futuro, si no se protegen el agua y el suelo, cada vez más erosionados y disminuidos.
«Para el 2050, se espera que el impacto del cambio climático disminuya los rendimientos de los cultivos en un 30 % y que se reduzca la productividad debido a mayores temperaturas», puntualizó la representante del Banco Mundial para el país, Alexandria Valerio, quien insistió en la necesidad de promover la conservación y la sostenibilidad del agua como principal recurso.
A esto, agregó que ya los agricultores se enfrentan a desafíos diariamente, como una infraestructura limitada, una mayor exposición y vulnerabilidad ante los desastres naturales y un acceso restringido a los mercados para los pequeños productores.
«Hay que adaptar la producción a los efectos del cambio climático. Y la mala noticia es que esto no termina. La única certeza que tenemos es que va a intensificarse», zanjó al respecto el representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Rodrigo Castañeda.
A todo esto, se suma la necesidad de elevar la productividad.
«El aumento en la demanda (de alimentos) ha sido cubierto, en gran parte, por un aumento de la superficie cultivada, y no tanto por un aumento en la productividad», observó, por su parte, el representante del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en el país, Guilles Damaris, quien considera que este es uno de los temas que se debe abordar a través de una «profunda reestructuración institucional».