UN ISRAELISTA EN QUIEN NO HAY ENGAÑO VS. EL TIGUERAJE DOMINICANO (1)

Fausto García)
El hombre que oculta su pasado se niega a sí mismo”. (Fausto García)
En el capitulo uno, el Evangelista Juan, presenta el llamado de los primeros discípulos de Jesús. De los versículos 43 al 51 relata el de Felipe y a Natanael. A seguidas el relato completo:
El siguiente día quiso Jesús ir a Galilea, y halló a Felipe, y le dijo: Sígueme. Y Felipe era de Betsaida, la ciudad de Andrés y Pedro. Felipe halló a Natanael, y le dijo: Hemos hallado a aquel de quien escribió Moisés en la ley, así como los profetas: a Jesús, el hijo de José, de Nazaret. Natanael le dijo: ¿De Nazaret puede salir algo de bueno? Le dijo Felipe: Ven y ve. Cuando Jesús vio a Natanael que se le acercaba, dijo de él: He aquí un verdadero israelita, en quien no hay engaño. Le dijo Natanael: ¿De dónde me conoces? Respondió Jesús y le dijo: Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi. Respondió Natanael y le dijo: Rabí, tú eres el Hijo de Dios; tú eres el Rey de Israel. Respondió Jesús y le dijo: ¿Porque te dije: Te vi debajo de la higuera, crees? Cosas mayores que estas verás. Y le dijo: De cierto, de cierto os digo: De aquí en adelante veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del Hombre.
Un día que tocaba este evangelio en la liturgia de la iglesia coincidió con escuchar al reputado psiquiatra dominicano, el Dr. Dunker disertar sobre su libro titulado “El Tigueraje dominicano”. Al oírlo y ya con 55 abriles encima, mas las vivencias de una vida de lucha y de trabajo, incluso a temprana edad, en esta patria de Duarte, Sánchez y Mella, no hice mas que corroborar conmigo mismo, fruto de las distintas vivencias tenidas en todos esos años, que ciertamente hay en el dominicano una especie de tigueraje que se ha enraizado. Naturalmente que no son todos, ni creo incluso que sea la mayoría, pero si un porcentaje significativo. Ese tigueraje en el fondo y en síntesis consiste en que hay una aptitud o disposición al engaño por parte del dominicano, no importa que sea contra otro conciudadano, extranjero o su propia madre, que se entiende es lo más sagrado. Ya las demás categorías y relaciones quedan por debajo o resultan sobreabundantes mencionarlas si la disposición esta ahí presente en cada accionar o actuar. Vale decir, que cuantas veces se le presente el chance, el dominicano (llámese trabajador informal, empleado fijo, público o privado, el chiripero, el profesional de todas las disciplinas) no lo desaprovecha y busca sacar ventaja, aprovecharse del otro, del más débil (ignorante), en fin, engañarlo.
El día de la lectura de aquel evangelio se me quedó grabada la frase que dijo Jesús sobre Natanael: He aquí un verdadero israelita, en quien no hay engaño. Que grande cuando en el ser humano no hay engaño, pues ve al otro ser humano como su par, como su compañero, como su hermano y lejos de verlo o tratarlo como el indiferente, se hace su samaritano. Si así fuésemos los seres humanos que habitamos este planeta, viviéramos el cielo desde la tierra. Esto me hace recordar a papa (Cecilio Garcia), (q.e.p.d.). Se hizo un estudio en un centro privado de Santiago y salió todo negativo, al hacerse el mismo estudio en USA, apareció un cáncer fulminante en un pulmón, que en 3-4 meses le arrancó la vida. Pero el punto aquí es que al ser atendido y tratado en USA, se sintió tan agradecido por las atenciones que le dieron, que nos llegó a decir: “Muchacho, yo vi el cielo ya…).
Justamente cuando escribo estas líneas (19/8/2023), me llega el articulo del Dr. Ramón Antonio Veras, titulado “No hay de otra, la sociedad que tenemos” del cual me permito transcribir lo que sigue: 1.- La persona que no sirve, la moralmente inservible, se siente de maravilla viviendo en la República Dominicana, por la fascinación que le producen las inconductas que comprueba a cada instante. 2.- Aquel que goza con estar como quien no quiere la cosa; de lo más natural del mundo; alegre y frívolamente, encuentra en nuestro país a ese compinche basura social, a la escoria que apesta con sus actuaciones. faustogarcia2003@yahoo.com