Estudio de la OIT: La inteligencia artificial puede crear más empleo, que destruirlo

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha presentado un nuevo estudio que sugiere que la Inteligencia Artificial Generativa (IA) podría incrementar la creación de empleo en lugar de destruirlo, al automatizar tareas parciales en lugar de reemplazarlas por completo.
La IA generativa es un tipo de inteligencia artificial capaz de producir texto, imágenes y otros medios en respuesta a comandos, y tiene aplicaciones en diversas industrias como el arte, la escritura, el desarrollo de software, el diseño de productos, la atención médica, las finanzas, los juegos, el mercadeo y la moda.
El informe, titulado «Generative AI and Jobs (La IA generativa y los empleos)», sugiere que la mayoría de los empleos e industrias están parcialmente expuestos a la automatización y es más probable que la IA generativa complemente en lugar de reemplazar, como se ejemplifica en herramientas como chatGPT, se indica en un texto de IPS.
Por lo tanto, se estima que «el impacto más significativo de esta tecnología no será la pérdida de empleos, sino más bien cambios potenciales en la calidad laboral, especialmente en términos de carga de trabajo y autonomía».
La Inteligencia Artificial Generativa favorecería más a las mujeres que a los hombres por su mayor incidencia en actividades administrativas.
Las tareas administrativas tienen la mayor exposición tecnológica, con casi una cuarta parte de las tareas altamente expuestas y más de la mitad a un nivel medio.
En otras categorías profesionales, como directivos, profesionales y técnicos, solo una pequeña parte de las tareas se considera muy expuesta, mientras que aproximadamente un cuarto tiene una exposición de nivel medio.
El informe documenta diferencias notables en los efectos según el nivel de desarrollo de los países, vinculados a estructuras económicas y brechas tecnológicas. En los países de ingresos altos, alrededor del 5,5% del empleo total podría estar expuesto a los efectos de la automatización, mientras que en los países de ingresos bajos solo el 0,4% enfrentaría ese riesgo.