Cambio climático y desplazados forzosos
El 11 al 22 de noviembre se celebra en Bakú (Azerbaiyán) la COP29, que reúne a líderes mundiales de los Estados miembros de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, para abordar nuevas estrategias.
En ese escenario la ACNUR (Agencia de la ONU para los Refugiados) ha publicado un informe sobre los conflictos y los desplazamientos forzosos, en el que muestra con datos cómo las perturbaciones climáticas interactúan con los conflictos y empujan a los que ya están en peligro a situaciones más terribles.
Las personas obligadas a huir de la guerra, de la violencia y la persecución están cada vez más expuestas a la crisis climática mundial y a una combinación letal de amenazas, pero sin la financiación ni el apoyo necesario para adaptarse, dice el informe.
De los más de 120 millones de personas desplazadas en el mundo, tres cuartas partes viven en países gravemente afectados por el cambio climático.
Según el informe, se espera que para 2040 el número de países que enfrentarán peligros climáticos extremos aumente de 3 a 65, la mayoría acoge a personas desplazadas. También se prevé que para 2050 casi todos los asentamientos y campos de refugiados experimenten el doble de días de calor extremo.
Filippo Grandi, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, advirtió en su intervención en la COP29 que, para las personas más vulnerables del mundo, “el cambio climático es una dura realidad que afecta profundamente a sus vidas”.
También subraya que la financiación climática no llega a los refugiados ni comunidades de acogida ni a otros habitantes de países frágiles y devastados por la guerra, lo que deteriora rápidamente su capacidad de adaptación a los efectos del cambio climático.
Actualmente, los Estados extremadamente frágiles solo reciben alrededor de 2 dólares por persona en financiación anual para la adaptación, déficit que asombra al compararse con los 161 dólares por persona de los Estados no frágiles. Cuando la inversión llega a los frágiles, más del 90% va a las capitales, mientras otros lugares rara vez se benefician.
El ACNUR pide un aumento de la financiación climática que llegue a los más necesitados, e insta a los Estados a proteger a los desplazados forzosos que enfrentan amenazas del clima, y a darles a ellos y a las comunidades que los acogen voz en las decisiones financieras y políticas.