Santiago y descentralización del Estado
La descentralización y democratización del Estado influyen en la fortaleza de la democracia y en una gobernanza saludable, porque garantiza una distribución justa y equilibrada de las riquezas y los bienes que se producen en un país, por tal razón, quienes ejercen el poder político, deben propiciar políticas públicas en esa dirección, con la finalidad de instaurar un sistema democrático que asegure equidad, justicia social e igualdad.
Es preciso, por ende, que el Producto Interno Bruto (PIB) y el Presupuesto General de la Nación se administren con ecuanimidad, con el objetivo de favorecer a todos los sectores que conforman la sociedad y al mismo tiempo ejecutar programas orientados a incrementar el crecimiento de la economía, expandir la producción, coadyuvar con el bienestar de la población y fomentar acciones que procuren el desarrollo económico y social.
Con la descentralización del Estado se supera la centralización de los recursos en los capitales de los países y esto implica poner en marcha proyectos que dan respuesta a las necesidades de la población radicada en todas las demarcaciones, en consecuencia, se beneficia la colectividad de todas las regiones del país.
En ese contexto, es oportuno ponderar la disposición del presidente Luis Abinader Corona, quien a horas de ser juramentado para su segundo mandato, se trasladó a Santiago y se comprometió a elevar las inversiones públicas en las provincias de la región Norte e instalar nuevas obras vitales, en aras de auspiciar la transformación de la sociedad y el bien común.
Solo en Santiago se destinan más de 120 mil millones de pesos en la instalación de infraestructuras viales, acueductos y saneamiento de cañadas y arroyos, cuyos planes se robustecen con la inversión de los actores económicos por más de 100 mil millones de pesos, como parte de la alianza público-privada que convierten a la Ciudad Corazón en una gran metrópoli.
Resultan alentadoras las construcciones de las obras públicas y las iniciativas del empresariado con la edificación de hoteles, edificios de apartamentos, plazas, centros comerciales, financieros, e industriales y modernos centros de salud, porque colocan a Santiago a la par con las principales urbes de América Latina y el Caribe, lo cual, nos permite proyectar que se registrarán cambios trascendentales en todos los ámbitos.
Además, el mandatario ha asumido compromisos con las regiones Noroeste, Norte, Este, Sur, el Gran Santo Domingo y otras localidades, por ello, basa su gestión en una visión desarrollista y democrática, y de esta manera la nación transita hacia el progreso integral.
Empero, hace falta que los colaboradores del Poder Ejecutivo y los Servidores Públicos, asimilen, e interpreten el espíritu democrático del jefe de Estado y adquieran conciencia de la importancia de acompañarlo con total entrega y compromiso, para avanzar con firmeza hacia el pleno desarrollo del país.