Teatro Agua y Luz: El ícono cultural atrapado entre la maleza, el olvido y un limbo legal
Santo Domingo.– El Teatro Agua y Luz, antaño un deslumbrante escenario de estrellas y producciones cinematográficas, yace hoy en ruinas, consumido por la maleza y el vandalismo. Su antiguo esplendor, en el que 355 chorros de agua bailaban al ritmo de valses bajo la iluminación de cuatro mil bombillas, ha sido reemplazado por paredes deterioradas y el abandono.
Han pasado 67 años desde su apertura, y lo que una vez fue la obra maestra del arquitecto Carles Buïgas es hoy un fantasma de su antigua gloria. Sin embargo, el presidente Luis Abinader ha expresado su intención de rescatar este patrimonio. Según el mandatario, se trabaja en resolver las trabas legales para iniciar la remodelación del teatro, ubicado en el Centro de los Héroes de la capital, junto con la construcción de un centro de convenciones en terrenos del antiguo hotel Hispaniola.
Abinader afirmó: «Una vez modernizado, pero preservando su esencia histórica, el Teatro Agua y Luz será gestionado por el Ministerio de Turismo y la Asociación de Hoteles y Restaurantes. Se presentarán espectáculos de miércoles a domingo, con apoyo estatal inicial, pero en uno o dos años será autosuficiente».
De anfiteatro cultural a estacionamiento improvisado
El teatro, que fue uno de los anfiteatros más concurridos del país, hoy sirve como estacionamiento para la Dirección General de Pasaporte y la Dirección General de Migración.